Acceso a urgencias del Hospital de Mataró. Foto: R. G.
Acceso a urgencias del Hospital de Mataró. Foto: R. G.

El Hospital de Mataró atiende 15 emergencias por ictus al mes

A nivel catalán se registran más de 13.000 ingresos hospitalarios el año, el que supone se produce un ictus cada 40 minutos.

La recuperación después de un ictus depende de la rapidez con que se recibe asistencia médica, puesto que hay tratamientos que se pueden administrar a la fase aguda, destinados a que el flujo sanguíneo vuelva enseguida al cerebro porque la discapacidad sea mínima o inexistente, pero solo son eficaces durante las primeras horas.

Por eso, Cataluña dispone de un código de emergencia implantado a todo el territorio para el tratamiento de esta dolencia: el Código ictus, un protocolo de emergencia, que incluye el preaviso del SEM y un protocolo de rápida actuación dentro del Hospital, que permite dar una atención inmediata a los pacientes con sospecha de esta dolencia.

Los códigos ictus del Hospital


Actualmente, al Servicio de Urgencias del Hospital de Mataró se activan cada mes una media de entre 14 y 15 Códigos ictus (176 activaciones durante 2021 y un total de 31 tratamientos fibrinolítics) y se ha conseguido reducir los tiempo tanto desde la llegada del paciente hasta la realización del TACO (lleva-TACO), cómo desde la llegada hasta la administración del tratamiento fibrinolític (lleva-aguja). Este protocolo también incluye una buena coordinación con el centro de referencia de ictus de la zona, la HUGTiP, y durante el año pasado se realizaron 32 traslados de pacientes para su tratamiento endovascular o por ingreso a la Unidad de Ictus.

Desde 2008 el Hospital de Mataró atiende pacientes Código ictus, a pesar de que es desde 2013 que esta atención se puede hacer las 24 horas del día, 365 días el año, con la implementación del sistema teleictus fuera del horario presencial del neurólogo, mediante un sistema de videoconferencia que posibilita el inicio rápido del tratamiento al lugar donde se encuentra el paciente y se evitan las demoras debido al traslado. En total, desde su inicio, se han atendido más de 1600 activaciones y se han administrado casi 300 tratamientos fibrinolítics.

La naturaleza de la ictus

El ictus es la alteración de la circulación de la sangre al cerebro, que hace que no llegue sangre a una parte del de este órgano y que, por lo tanto, las células cerebrales mueran. Hay dos tipos de ictus: los isquèmics, que suponen el 80-85 % y que son debidos de al taponament de una arteria que provoca una carencia de circulación a un segmento determinado del cerebro; y los hemorràgics, causados por la rotura de un vaso. Los síntomas dependen de la zona del cerebro afectada, pero los signos de alerta más habituales y que aparecen de forma repentina son: pérdida de fuerza a un lado del cuerpo, desviación de la boca, imposibilidad para hablar, adormiment de un lado del cuerpo, dificultad para andar o pérdida de visión de un ojo.

La importancia de la prevención.

La implantación de algunas medidas en nuestra rutina diaria puede ayudar a prevenir esta dolencia:

  • Controlar la presión arterial. La mitad de los casos de ictus están ligados a la hipertensión.
  • Hacer actividad física. Cerca de un tercio de los accidentes vasculares cerebrales se producen en personas que no hacen suficiente ejercicio.
  • Mantener una alimentación sana y equilibrada. Casi una cuarta parte de los ictus se asocian a una alimentación poco saludable.
  • Reducir el colesterol. Más de uno de cada cuatro accidentes cerebrovasculars se relacionan con niveles altos del colesterol conocido como "malo".
  • Mantener un peso saludable. Cerca de uno de cada cinco casos de ictus se asocian al sobrepeso y la obesidad.
  • Dejar de fumar. Casi uno de cada cuatro accidentes vasculares cerebrales tienen que ver con el consumo de tabaco.
  • Reducir el consumo de alcohol. Más de un millón de los casos de ictus están ligados a un consumo excesivo de alcohol.
  • Detectar y tratar la fibrilación auricular. Las personas con esta patología tienen cinco veces más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que el resto.
  • Controlar la diabetes. Sufrir diabetes aumenta la predisposición a tener un ictus.
  • Gestionar el estrés y la depresión. Casi uno de cada seis accidentes vasculares cerebrales se asocian a una carencia de bienestar mental.

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