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Comer mientras miras el móvil engorda: estos son los motivos

No es recomendable comer con el teléfono móvil por muchos motivos: atención, falta de sensación de saciedad y otras.

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La investigación "Comer con los cinco sentidos" realizada por Maestros de Hojiblanca explica que casi el 92 % de los españoles consultan dispositivos electrónicos mientras comen en algún momento del día. Si te ves usando el móvil durante las comidas, los datos que te presentamos a continuación quizás te harán replantear esta práctica.

Cuando nos centramos en el móvil mientras comemos, tendemos a comer más rápido y en mayor cantidad, reduciendo así la sensación de saciedad. Esto puede provocar que nos inflamamos, tengamos gases, sufrimos digestiones difíciles y, incluso, ganamos pes. No son suficientes motivos para cambiar de hábito? Las comidas tendrían que ser momentos de descanso para disfrutar del sabor, aroma y textura de los alimentos, en vez de consultar correos electrónicos, noticias o redes sociales.

Según un estudio de la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Universidad de Bristol, publicado a la Revista Saber Vivir, utilizar el móvil mientras comemos afecta negativamente las digestiones y el peso corporal. Los autores de la investigación destacan que la distracción durante las comidas aumenta las raciones consumidas, lo cual podría conducir a un exceso en la ingesta y a la obesidad.

El estudio también llegó a las siguientes conclusiones:

  • Prestar más atención al móvil que a la comida hace que comemos inconscientemente, sin controlar qué ni cuánta come consumimos.
  • Si vemos contenido que genera angustia, comer más rápido e ingerir aire, provocando abultamiento y gases.
  • Comer rápidamente hace que los alimentos lleguen poco procesados al estómago, forzándolo a trabajar más llevar y dificultando las digestiones. Además, las digestiones pesadas pueden agravar las migrañas.
  • El uso del móvil durante las comidas puede conducir a un mayor consumo de comer poco saludable, puesto que no nos centramos al preparar comidas nutritivas.
  • Todos estos factores pueden contribuir al aumento de peso.

Estados de ánimo y alimentación

También hay un componente emocional. Soraya Bajat, experta en Salud Mental del Hospital Universitario Sanitas, en una entrevista con El Mundo, explicó la influencia del estado de ánimo en nuestra ingesta de alimentos, especialmente cuando estamos distraídos con el teléfono. Señaló que nuestro estado emocional, que puede ser afectado por el que vemos en el móvil, puede alterar la cantidad de comer que consumimos. Si el que vemos nos hace sentir tristes, tendemos a comer menos; en cambio, si nos posa nerviosos, quizás comeríamos más.

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