ejercicios postura
ejercicios postura

Cómo podemos evitar las malditas contracturas

Hacer ejercicio, estiramientos, tener una buena postura o una vida saludable nos ahorrará su tormento

El regreso al trabajo o a la escuela, el final de las vacaciones, la inversión de hábitos o sencillamente el paso del tiempo pueden ser elementos que nos traigan a convivir con una de las compañías más incómodas: las contracturas. Las contracturas musculares las pueden sufrir tanto personas activas como sedentarias y no siempre tienen que ver con la postura o el esfuerzo físico. Cada vez es más habitual que aparezcan contracturas con un origen emocional (estrés, nervios…). Las contracturas son molestas porque generan un dolor que no nos permite movernos con normalidad y es frecuente que afecten las zonas del cuello y la espalda.

Como su nombre indica se trata de la contracción involuntaria y permanente de un músculo. El músculo afectado por una contractura perderá elasticidad y, a medida que la contractura se va inflamando, aparecerá un dolor irradiado que puede llegar a ser muy molesto. Además de dolor y rigidez, una contractura puede causar dolor de cabeza tensional, dolores menstrual, vértigo, inestabilidad, y propensión a sufrir de tendinitis. Es importante tratar las contracturas en el ámbito físico, con la ayuda de un fisioterapeuta, que puede aplicar masajes y tratamientos de choque como corrientes o ultrasonidos. De todos modos, además del tratamiento se tiene que ir en su origen que ha causado la contractura, si no se repetirán en el tiempo. El sedentarismo, el exceso de actividad física, el aire acondicionado directo, el estrés o incluso la mala alimentación pueden ser causas de contracturas.

contractura muscular

Las contracturas son muy molestas

Qué podemos hacer si nos contracturem?

Las soluciones a las contracturas no son mágicas, pero con un compendi de ellas mejoraremos físicamente y nos ahorraremos su molestia tan emprenyadora.

  • Practicar ejercicio de forma moderada e incrementar la intensidad progresivamente. Si un día notamos que hemos trabajado más de la cuenta, está indicado aplicar calor sobre la zona. 
  • Hacer ejercicios de estiramientos. Se recomienda el yoga o el método Pilates, puesto que además de trabajar el músculo también se trata la parte emocional y sirven como relajación.
  • Corrección postural. Es muy importante sentar y agacharse correctamente, así como cuidar la postura con la que trabajamos.
  • Vida saludable. Es imprescindible, nos ayudará a tener bajo control el estrés, la ansiedad, los nervios… Y también, una alimentación saludable permitirá que nuestro organismo cuente con los nutrientes necesarios para tener una musculatura fuerte.

Comentarios