La harira, el mejor del Ramadán
La harira, el mejor del Ramadán

La harira, el mejor del Ramadán

Esta sopa marroquí originaria de A el-Andalus, densa y contundente, es el plato estrella de la Iftar, el desayuno diario del mes sagrado de los musulmanes

El próximo martes será 13 de abril. Esto es así y es probable que por la mayoría de personas sea un día echando a normalot, sin más. De hecho desde que hay la maldita Covid todos los días parecen amasados. Los católicos que asocian cada jorn a una onomástica podemos bien decir que se lucieron con los dos del día 13 que Alsius, si todavía presentara noticias, recitaría con agrado: Santo Hermenegild y Santa Agatònica. Hay para echar a correr. Por los musulmanes la fecha es este año algo más señalada este año puesto que el próximo martes empieza su noveno mes y esto quiere decir que empieza el Ramadán.

El Ramadán va bailando por el calendario, avanzándose luna a luna del mismo modo que el calendario lunar, sin ir más lejos, hace danzar todo el ciclo desde Carnaval a las dos pascuas y el Corpus cristianos a pesar de que estos dentro de un paréntesis en el calendario. Bien, no nos enrollamos, aunque seamos de letras. El Ramadán es el mes sagrado de los musulmanes practicantes y obviamente no seré yo, que lo único que practico por fe* es la bici estática, el que el glosi litúrgica, religiosa ni antopològicament.

(* El que sí que practicamos con agrado algunos es la cruiositat y la apertura de miras, la interesarse por cada cultura gastronómica según se escaigui y mirar de rematar a puerta, en forma de comes o beuratges, cualquier asistencia de oro que propicie el calendario.)

La sopa que alimenta todo el día

Haciendo el trazo gordo, el que todo el mundo conoce, el Ramadán es el mes durante los cuales los musulmanes no pueden comer ni beber mientras sea de día como ejercicio espiritual, se supone. Y obviamente este precepto es una moneda de dos caras: el una es el ayuno forzado durante la mayor parte del día. El otra, la importancia de las comidas que sí que se pueden hacer, de forma puntual. El desayuno sonado. Por el que suponen también de hermandad alrededor de la tabla parada y por la lógica necesidad de nutrirse bastante para aguantar el resto de jornada. Es por eso que en el ritos propio del Ramadán hay una serie de platos y elementos que son propios de este mes lunar y que son para lamerse los dedos.

Muchos musulmanes acostumbran a invitar a no musulmanes al Iftar, la comida del desayuno. Y si se tiene la suerte de adentrarte uno tiene la puerta abierta en una dimensión gustativa sensacional que tiene como plato estrella la harira. Una sopa contundente y densa, de legumbres. Una delicia que enamora desde la primera cucharada. Recuerdo la eclosión de aquel primer momento en el debut en un Iftar, cuando un amigo musulmán nos invitó a compartir un momento especial por él. No diré que merezca la pena ayunar por aquel instante de desayuno, pero casi. La harira es la pera.

Densa i molt potent, la harira

Densa y muy potente, la harira

Una sopa de origen andalusí

No en todas partes del mundo el menú del Iftar es calcado. Si aquí lo asociamos predominantemente a la harira es porque esta es la sopa más típica del Marruecos y el resto del Magreb, de donde proviene la mayoría de la inmigración o las raíces de los mataronins que hacen ramadán. La sopa nacional marroquí, se ha llegado a dir. Describirla no es complicado pero con la concatenación de elementos que tiene es probable que no se saque demasiado el agua clara. La harira se cocina a la olla en base de carne, tomates y legumbres se suele acompañar con dàtils y dulces de harina y miel como 'primer plato' del Iftar. Después puede salir el cuscús, el pollo o el tajine. Haceos el favor de comer marroquí al menos un Iftar del Ramadán, porque es sensacional.

Una cosa curiosa de la harira, pero, es que de esta receta básica hay constancia incluso antes del propio Islam. Fue a la prolífica Al-Andalus, con los frutos generosos de las tierras de aquellos dominios, que nació una sopa conocida como "bufertuna", abreviación de buena fortuna. En algunos lugares de Almería, cómo Almanzora, todavía se hace una sopa moruna que no deja de ser el mismo, una prima lejana de la harira. La sopa moruna es un ahogado de verduras en óleo de oliva y se le añade carne picada de vacuno o cordero, lentejas, pimientos y especies como el cilantro, azafrán. Y cómo la harira, se sirve que te esclades la lengua si vas con prisa. Sopas calentíssimes acabadas de sacar de la olla.

Debe de ser esta temperatura, su densidad o incluso el anhelo de esperar el momento exacto para tomarla que un buen bol de harira reconforta de lo lindo. Es un aport calórico y una experiencia gustativa sensacional. Una bomba. Un señor plato. El mejor del Ramadán, sin margen para dudas.

Para saber cómo se prepara, podéis clicar aquí.

 

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