Un turrón de autor con el que masticas vidrio de caramelo

"Este año en Navidad tendremos que hacer de faquirs". Claudi Uñó avisa, de forma socarrona, del toque especial del turrón de autor de este año. El encargo de plasmar una obra artística en forma de dulce fue a parar este año al maestro cristalero Lluís Roca. Y el juego de plasmar el vidrio (tan relacionado con la historia de Mataró ) con el turrón llevó al maestro pastelero a introducir láminas de azúcar dentro de la pasta del turrón. El resultado es espectacular y la sensación de comerlo, más que curiosa. Cómo si notaras vidrio, comes turrón y parece que mastiques una bombilla.

El turrón de autor de este Nadal es buenísimo y sorpresivo, un dúo que acostumbra a lograr la creación conjunta del artista de turno y Claudi Uñó. El de este año es un praliné de avellanas con pasta de cacao y láminas de azúcar caramelo de naranja que reproduce la obra firmada con vidrio por Lluís Roca, maestro cristalero. En cierto modo, pues, una tradición cómo el turrón de Uñó homenajea la historia cristalera de la ciudad. Teniendo en cuenta que el año que viene es el año internacional del vidrio y que la empresa de Roca hace 70 años, es cómo si todo cuadrara. "El vidrio está de moda", dijo Roca.

Y que tienen en común un oficio artesano cómo el vidrio y la pastelería o el trabajo con azúcar? "Todo el que se puede hacer con vidrio se puede hacer con azúcar, son dos oficios similaras.la manera de trabajar en caliente, las láminas, se asemeja mucho y es muy curioso", explica Luciera Roca, que en su obra ha querido hacer un homenaje "al primer vidrio, la obsidiana que es considerado cómo un vidrio natural o volcánico". La obra, hecho de vidrio de Murano negro, se puede ver al escaparate de la pastelería Uñó. Cómo cada año, mirarse el original y la réplica en dulce es un ejercicio lleno curioso.

Las cosquillas del vidrio de caramelo

El proceso de creación del turrón de autor parte de la obra del artista (artesano, prefiere autodenominarse este año Lluís Roca) y de sus gustos plasmados en el turrón. Aquí la idea de cómo hacer el vidrio llevó Uñó a buscar el azúcar y a acabar posando las láminas de azúcar de essencia de naranja adentro la pasta. "La clave porque el caramelo no se ablande y cruixeixi cuando lo comes, y te haga cómo cosquillas es que no tenga nada de humedad", explica. El praliné del turrón tiene mucha avellana, pasta de cacao (chocolate sin azúcar) creando una textura cremosa donde se depositan las láminas de este caramelo que hace de vidrio. "Tiene dulzura y un poco de amargura, notas las esencias y la especie de la naranja con el gusto del chocolate", explica Claudi Uñó.

El resultado vuelve a ser espectacular y sorpresivo. Un Nadal más, a Mataró y a Uñó, hay un turrón de autor, artístico, bono y exclusivo. Qué colección de piezas únicas, menjables todas, las que ya atesora la pastelería de la Riera!