Producto de temporada: el huerto y sus secretos

Tradicionalmente se tendía a comer los productos que la tierra mujer en función de la estación del año. Con la globalización, productos de todo el mundo llegan a casa nuestra y nos permiten comer fresas, melón o cerezas en pleno invierno; plátano, manzanas o peras durante todo el año y, en definitiva, podemos llegar a desconocer qué frutas y verduras son propias de cada época del año a los cultivos de nuestro entorno.

En los últimos tiempos, pero, se están redescubriendo los beneficios de comer productos de proximidad y de temporada. El hecho de apostar por alimentos propios de la estación garantiza que se comen a la cabeza de muy poco tiempo de haber sido cosechados y, por lo tanto, mantienen muchos más nutrientes. Así pues, consumir según la estacionalidad aporta ventajas no sólo en nuestra salud alimentaria, sino también porque comer el que se produce cerca de casa contribuye a minimizar emisiones al medio ambiente y a fomentar la supervivencia de la agricultura y el sector primario del territorio.

Sabemos que cuando viene el verano el melón o el calabacín son imprescindibles en el día a día de nuestras comidas. Pero qué son los alimentos que se producen en casa nuestra los últimos meses del año?

Frutas y verduras en septiembre

Al mes de septiembre van apareciendo nuevas frutas como las manzanas y las peras, la uva y algunos tipos de melocotones. También mantenemos el calabacín y ya podemos encontrar acelgas y las coles de ovillo. A partir de octubre, llegan a los mercados las patatas y también los calçots, que tanto nos hacen disfrutar de las calçotades en las estaciones de otoño e invierno. Imprescindibles de esta época del año son también las castañas y los moniatos. Además, empezamos a encontrar mandarinas y algunas setas. El mes de noviembre es época de caquis, en cuanto a frutas, y llegan muchas verduras como las alcachofas, la escarola, la remolacha, el bróquoli, el apio y el hinojo. El último mes del año incorporamos las naranjas, valiosas fuentes de vitamina C, para poner las defensas a punto, la coliflor, los nabos o las espinacas.

Seguramente conocemos mejor qué frutas y verduras son típicas de cada época del año, pero por aquellos que consumen carne y pescado es interesante saber que estos productos también tienen sus propios calendarios. Los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre podemos encontrar en su punto óptimo para el consumo la codorniz, el cordero, el pato, el gallo de indio o la perdiz. El mismo pasa con los pescados. Los últimos meses del año es ideal comer dorada, lubina, sardina, roger y pescado espada. El besugo y el bonito los empezamos a encontrar a partir del mes de diciembre.

A día de hoy podemos encontrar cualquier tipo de producto alimentario durante todas las estaciones el año, pero el ideal es consumir cada mes o temporada sus productos. De este modo nos aseguramos que se encontrarán en su estado óptimo.