Las legumbres, deliciosos y libras de gluten

Las legumbres pertenecen a la familia de las Fabaceae y existen de ellas más de 13.000 especies diferentes. Son plantas lleguminoses porque sus frutos crecen dentro de una vaina, pero solo se consideran legumbres los que se cosechan únicamente para obtener su semilla seca. Un producto muy recomendable.

Esta sería la gran diferencia que los separa de los cosechados como legumbres verdes que son considerados verduras u hortalizas. Aparte de los más comunes, como lentejas, garbanzos, judías, frèjoles o guisantes , también son legumbres los cacahuetes y los tramussos, si bien por su valor nutricional, se consideran más cerca de los frutos secos.

Entre sus muchas ventajas, destacan que se pueden conservar durante meses sin perder nada de sus propiedades originales, que tienen más potasio que los plátanos o que aportan más proteínas vegetales que la quinoa, pero existen muchas más.

• Son bajos en grasas.
• Ricos en fibra soluble, fundamental para un aparato digestivo que funcione correctamente.
• Controlan el colesterol y el azúcar en sangre.
• Tienen muchas vitaminas del tipo B, así como multitud de minerales: zinc, magnesio, potasio, hierro y fósforo.
• Son bajos en sodio, recomendados por lo tanto en dietas bajas en sal.
• Son adecuados para celiacos, porque están casi libres de gluten.

Su consumo por lo tanto es necesario para cuidar nuestra salud y saciar nuestro apetito sin sumar calorías.

Alguna de las curiosidades sobre las legumbres es que el más grande del mundo se llama "Entada Gigas" o más conocido cómo "escala de Mono". Las vainas mesuran unos dos metros y crecen en las selvas tropicales. A pesar de su bonito aspecto (en forma de coro) no son comestibles.

Cómo minimizar las flatulencias

Un truco para evitar o al menos, minimizar los gases y las flatulencias que provocan y que es la razón por la cual algunos prefieran no comerlos, es añadir al guiso comí, clave o laurel. También hay que saber que si se trituren, tampoco producen gases.

Cocinados en olla cómo lo hacían nuestras abuelas, transformados en paté para untar crudités o simplemente cocidos para integrarlos en todo tipo de ensaladas, las legumbres no pueden faltar a nuestra alimentación para mantener una dieta equilibrada.