Crema, allioli, vinagre y bombones de algarroba (sí, de algarroba)
Crema, allioli, vinagre y bombones de algarroba (sí, de algarroba)

Crema, allioli, vinagre y bombones de algarroba (sí, de algarroba)

Menjamiques reivindica "el fruto obligado" con una amplia gamma de productos que también se puede comprar por internet

Realzar el valor de la algarroba, uno de los frutos "olvidados" por los consumidores. Este es el objetivo con que la empresa Menjamiques empezó a andar hace cuatro años. Desde el obrador de Bràfim (Alt Camp), su propietaria, Clara Martín, produce un buen número de productos artesanos con la algarroba como denominador común. Cremas, allioli y vinagres, y más recientemente bombones que no se deshacen en verano, forman parte de un surtido que ya llega además de un centenar de pequeños establecimientos de todo el país. "Si comiéramos más algarroba probablemente seríamos más felices", afirma Martín a la ACN. La pandemia de la covid-19 ha empujado esta pequeña empresa a hacer el salto hacia la venta en linea.

Con la ayuda de una única trabajadora, la Clara Martín se encarga de todo el proceso de producción, desde la elaboración de los productos, al envasado, el etiquetado y la distribución. La productora lo hace de forma artesana desde el obrador de la casa señorial de la familia Chaparral a Bràfim (Alt Camp). El proyecto nació de una necesidad personal para encontrar alimentos que no contuvieran gluten, lactosa ni otros alérgenos, y para potenciar los productos de proximidad.

La algarroba es un cultivo muy arraigado al Campo de Tarragona, así que Menjamiques obtiene la materia primera de las cooperativas y de pequeños agricultores del territorio. También de la finca familiar, en el caso del óleo y las avellanas. "Investigando me di cuenta que tenemos un chocolate magnífico que es la algarroba y que nadie le hacía caso. Así, quise aprovechar los recursos locales que no están muy valorados y sacar provecho", afirma Martín.

La impulsora de Menjamiques

La impulsora de Menjamiques

Posar en valor la algarroba

La algarroba es un producto muy valorado en países cómo Italia, Croacia, Israel, Palestina o Turquía, pero, según Martín, a Cataluña todavía queda "mucho camino" para recuperar el prestigio de esta planta. A menudo está relacionada con la comida de posguerra, dado que cuando el chocolate escaseaba la sustituían por algarroba. Durante mucho tiempo también se consumió cruda y esto provocaba males de estómago. "La mayoría de gente mayor todavía tiene muchos prejuicios, porque lo asocia al falso chocolate. Bien es verdad que tendrías que poder decir que estás orgulloso de comer", destaca la emprendedora.

En la industria alimentaria de la semilla del garrofí se obtienen múltiples usos, cómo el recubrimiento de las pastillas o aditivos para chocolates y helados vegans. El fruto se utiliza para elaborar pasteles y, también, piensos para los animales.

Alguns dels productes

Crema de algarroba

Cremas, dulces, bombones y productos salados

Martín detalla que elaboran dos tipos de crema de algarroba: la clásica, que contiene almendra y avellana tostadas, harina de algarroba, miel y óleo de oliva virgen extra; y la vegana, con prácticamente los mismos ingredientes sacado de la miel. También preparan el dulce de almendra y de avellana, que es cómo un tipo de leche condensada. Su principal característica es que se elabora sin lácteos.

La empresa también ofrece especialidades saladas, como por ejemplo la allioli de algarroba, similar a un allioli de membrillo o manzana. "Tiene un punto dulce, pero con el predominio del ajo y cómo que está cocido no repite", precisa. También elaboran vinagre que no lleva azúcar refinado ni mosto concentrado, sino que contiene el mismo azúcar de la algarroba.

La última novedad de Menjamiques son unos bombones que no se deshacen en verano "No hay ningún tipo de mantequilla de cacao, sino que los elaboramos con productos autóctonos que nos permiten trabajar de otro modo", sostiene Martín.

La artesana destaca que la algarroba es mucho más beneficiosa que el chocolate porque tiene seis veces menos grasa y contiene triptófano -un aminoácido proteico esencial- que permite calmar la ansiedad. En cambio, el cacao, que tiene cafeína, provoca que las personas se activen más en casos de nerviosismo. "El triptófano es uno de los precursores de la serotonina, que es la hormona de la felicidad. Esto hace que te calme y baje el grado de ansiedad. Siempre digo que si comiéramos más algarroba probablemente seríamos más felices", asegura Martín.

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