Con puerros, todo en esta vida mejora
Con puerros, todo en esta vida mejora

Cugat Comas

Con puerros, todo en esta vida mejora

Los puerros son los primos de las cebollas, menos reconocidos pero que nos permiten solventar muchos platos

En esta vida que nos ha tocado vivir, sobre todo cuando empiezas a hacerte mayor, es conveniente de escoger bien con quien te rodeas, porque la compañía te haga bien. Con quien nos hacemos y que hacemos son a menudo las elecciones que ayudarán a redondear nuestro tránsito a mejor. Los puerros, con moderación y en su momento indicado, son de aquellas compañías que nos pueden hacer más felices.

Los puerros de entrada pueden costar, parecer una cosa que no va mucho con nosotros. Pero si los sabemos hacer bien (de todo se aprende, siempre hay quién te puede instruir y te acaba liant) pueden acontecer un pilar importante en el que apoyarnos en nuestro día a día. Obviamente estamos hablando a efectos gastronómicos. La máxima que el mejor es saber escoger las compañías y los pasatiempos tiene su reverberación a la cocina y a la hora de hacer la elige de en manso de qué ingredientes nos posamos somos libres y soberanos de hacer jugar los puerros. De ponernos en sus manos.

Los puerros, de entrada, pueden parecer una cosa que no vaya nunca con nosotros. Tengo que confesar que tardé años a buscar y comprar y que, en todo caso, no revestían mayor interés en el ejercicio ojeador de mirar qué se vende en plaza que confundirlos con los calçots. Aquí el truco es que de puerros encontramos todo el año y de calçots solo cuando hace frío.

Más dulces, pueden sustituir la cebolla

Los puerros serían cómo unos primos de la cebolla, menos reconocidos que la rama principal de la familia. Ellos lo saben y a veces es cómo si se pusieran en segunda renglera. Cómo los parientes lejanos que en Navidad ya hacen para llegar tarde y sentarse lejos del ruido y el epicentro de la conversación, como cerca de la puerta para marcharse apreuradamente. A los puerros se los tiene que conocer. Porque en muchos casos acabarán siendo una compañía incluso mejor que la propia cebolla. Los puerros se entienden con todo el mundo y hacen que se avengan prácticamente cualquier receta en que los uses.

Los puerros son más dulces, más amables que la cebolla. Cuando buscamos el gusto y no la cosa rabiosa de la cebolla, los podemos usar. Tienen una composición corpórea que nos puede parecer que malgastamos demasiado (la parte verde, generalmente no se usa) y un tacto entre fino y rugoso bastante curioso. Tienen menos agua que la cebolla y la gente que se ofende, de esta, puede incorporar el puerro en su día a día como sustitutivo claro. Una vez en marcha, además, el puerro hace de buen manipular y cortar. 

Qué podemos hacer, de los puerros? Pues de todo y con ganas. Personalmente solo me he llevado un desengaño cuando los hice escalivar y quedaron de una fila y una pasta que no era ni higo ni uva.

Vichyssoise o crema i sopa: ideals pels porros

Vichyssoise o crema y sopa: ideales por los puerros

Cuartos aplicaciones del puerro :

  • Al sofrito: Obviamente si decimos que allá donde hay cebolla puede haber puerro (o haber cebolla y puerro juntos que son familia muy avenida) en la clave de vuelta de tantos y tantos platos nuestros cómo es un buen sofrito los puerros van de perlas. El buen sofrito no quiere prisa, es aquel ir tirando, y el desilado de los puerros cortados en Juliana (pobre Semproniana, no tiene corte ella!) nos permitirán un resultado final idóneo. Buenos cimientos para lo que sea.
  • Vichyssoise: ya me dirás por qué carai ha tenido que hacer fortuna la franchutada esta de decirle así a la sopa o crema de puerros, supongo que porque se lo inventaron ellos. Se trata, sin ningún tipo de duda, de una de las cremas vegetales por antonomasia, que cada cual puede hacer con algún toque o variación familiar y que según el estado de ánimo y la adscripción emocional que le tengamos puede ser desde plato de comida gorda o epílogo triste de, por ejemplo, un martes de noviembre.
  • Croquetas vegetales: A veces, empujados por la moda y el imperio de los ultracongelados parece que en esta vida las croquetas (oh, las croquetas: posémonos corbata para hablar de croquetas!) solo puedan ser de carne de olla, pollo, jamón o bacalao. Parecemos burros, carai. Unas croquetas buenísimas pueden ser las vegetales y de las mejores que hay es la combinación de puerros y champiñones. De verdad: probadlo.
  • Puerros con jamón y bechamel: La cosa puede parecer más elaborada y más bien el contrario. Plato completo, de abalanzarse al pan para fregarlo cómo si nos fuera la vida. Hervimos los puerros y después los hacemos saltados con pernil y acompañados de bechamel generosa. Sensacional. Eso sí, tiene todas las calorías que no tienen los puerros!

 

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