Tráfico de marihuana: el pan nuestro de cada día

Cataluña se ha convertido en el huerto de cultivo de marihuana de Europa. Esta frase, grandiloqüent y posiblemente exagerada, es la que salió a la mayoría de titulares de hace un mes, cuando los Mossos d'Esquadra posaron cifras a la dimensión de un fenómeno que no para de crecer, que ha estallado y que además tiene muchas derivadas presentes en el día a día que va más allá del ilícito del propio tráfico de sustancias ilegales.

La comarca vive cada mes alguna operación contra una plantación o grupo de tráfico

El tráfico de marihuana se ha extendido y de hecho el principal problema es que ya forma parte del sistema. Cómo todas las realidades delictivas, la pirámide es alta y diversa y va desde las mafias que trafican a las personas que cultivan, que vigilan plantaciones, que blanquean o mueven el material. Hay raíces que abrazan el pequeño tráfico al menor, ramas que operan al amparo de algunas asociaciones cannàbiques o escondiéndose en la parte del negocio que es legal. Hay las vinculaciones con el problema de las ocupaciones, problemas de estafa eléctrica que acaban provocando incidentes cómo incendios o sobrecargas de las líneas generales, o el estallido violento de fenómenos cómo los narcoassalts, que se dan cuando un grupo ataca a otro a su plantación.

Perfiles diversos, red, rivalidades

El panorama que se dibuja a nivel general habla de dos plantaciones desmanteladas al día a Cataluña durando el 2021. A nivel maresmenc el goteo de casos no ha parecido seguir el mismo ritmo pero el que alertan los responsables policiales es que solo se está decapitando una parte del negocio y que precisamente la proliferación de casos y de perfiles diversos de personas, grupos y organizaciones alrededor del cultivo, explotación y tráfico hace muy difícil de dimensionar el alcance real del problema a casa nuestra.

Los últimos dos años, solo echando de hemeroteca, el Maresme ha vivido acostumbrado a las redades u operaciones que desmentellen grandes cantidades de plantas. Pasa con el rédito que se saca de cada grande operacó un poco cómo con los bailes de cifras de muertos de una guerra, de dinero estafado por un caso de corrupción o de infectados por una pandemia: el relato se acaba acostumbrando a cifras que, por sí solas, son absolutamente escandalosas.

En naves y grandes casas de urbanizaciones

Sin responder a un patrón fijo, el caso más detectado al Maresme es el de grandes plantaciones indoor muy equipadas y profesionalizadas, que defraudan fluido eléctrico y que grupos establecen en grandes espacios (naves desocupadas o grandes inmuebles tipos cases de urbanización). Estas propiedades pueden ser alquiladas u ocupadas.

Las instalaciones y el funcionamiento de la plantación son de nivel profesional y, además, la vigilancia de estas recae en terceras personas o incluso en perros peligrosos. Que la plantación 'caiga' entra sempore dentro de las posibilidades pero el lucro a obtener de los ovillos cuando se comercializan compensa. La red de colocación de la mercancía responde a otro circuito, en muchos casos. Y también es en el transporte incluso transnacional que acaban para detectarse los tentáculos de alguno de los grupos que intervienen. Hay clanes, grupos de diferente origen y procedencia, rivalidades. Se va a destajo y en muchos casos, incluso, hay tráfico al aire libre. Al Maresme se han detectado plantaciones en zonas boscosas, de libre acceso, de hasta 3,5 hectáreas en el caso más grave.

Qué puede hacer la policía? Desmantelar, investigar y detener. La suya es una lucha desigual contra todo un sistema. Un pasar el rosario impotente contra un pan nuestro de cada día.

Durante el 2021, a Cataluña se desmanteló, de media, cerca de dos plantaciones de marihuana al día, registrando 662 cultivos decomisados en total. Es casi el doble que el año anterior, cuando fueron 393. Son datos de los Mossos d'Esquadra en el balance anual sobre la lucha contra la marihuana, donde también expusieron su preocupación por la oleada de gente que entra a este sector delinqüencial por culpa de la precariedad pandèmica. Un 53 % de los detenidos vinculados con la marihuana no tenían antecedentes penales. La cifra de detenidos totales por este delito sube hasta 1.998, 250 más que al 2020, pero la cantidad de droga decomisada baja: de diez toneladas a nuevo.

Cataluña sigue siendo el epicentro del tráfico de marihuana a Europa

"El balance reflexa que Cataluña sigue siendo el epicentro del tráfico de marihuana a Europa", ha explicado el consejero Elena, que sitúa combatir el tráfico de marihuana cómo una prioridad del gobierno. Los Mozos atribuyen una parte de este crecimiento de detenciones y desmantelamientos a la buena tarea policial y a la colaboración ciudadana. "La gente nos hace de megáfono para saber donde son las plantaciones",aseguran.

Crece la colaboración de personas ajenas al tráfico

Uno de los temas que más preocupa a los responsables de la lucha anti-droga es la llegada de una nueva oleada de gente al sector del tráfico de estupefacientes por culpa de la situación de precariedad laboral provocada por la pandemia. "Es el segundo año consecutivo que más del 50 % de las personas detenidas en el marco de la compra venta de marihuana no tenían antecedentes penales", asegura el cabo de la División de Investigación Criminal de los Mozos.

Del millar de personas que han entrado al mundo de la delincuencia a través de la marihuana, uno de cada cuatro son nacionales y el resto extranjeros, muchos de los cuales llegan a España sin experiencia laboral ni estudios superiores.

Otra arista del mismo problema es el crecimiento de personas que, sin prestar un servicio activo, colaboran con el tráfico. Son personas de la economía formal, cómo inmobiliarias o transportistas, que ven una buena oportunidad de hacer dinero. "Hay gente que alquila un piso o una nave a sabiendas de que se cultivará marihuana pero lo acepta porque nadie más los quiere pagar el alquiler", detalla el mando policial.

El problema de la profesionalización

Por otro lado, la policía ha detectado una aumento en la profesionalización del tráfico. Hablan de la aparición de una nueva figura, la del 'broker', que es una persona que se dedica a posar contacto redes de cultivo, con transportistas y vendedores. También han encontrado técnicas de ocultación de la droga tan sofisticadas cómo congelar la mercancía para que no se sienta el olor o cultivarla bajo tierra.

Y cada vez más, los grupos que se dedican no operan solo en el mercado de los estupefacientes, sino que también lo hacen en el sector inmobiliario, financiero o el de las armas. Por eso, el cuerpo apunta que el que hace falta es atacar la estructura patrimonial de las redes e investigar bien para poder imputarlos delitos de blanqueo de capitales y destruir su capacidad económica. "Es más efectivo esto. Si los desmantelamos una plantación, posan otra", aseguran

Violencia

Como derivada del tráfico, los Mozos alertan de la violencia que lo acompaña. Se han registrado 127 hechos violentos relacionados con la marihuana, que han dejado tres muertos. No obstante, los Mozos creen que hay mucha más violencia de la que se registra. "El problema es que no se denuncia porque esto implica delatarse. Pero estamos convencidos que a Cataluña hay más violencia potencial que violencia registrada", sostiene Joan Carles Granja.

Entre los hechos violentos, destacan los 'narcoassalts', los robos por un lado a otra, que suponen el 84 % de esta categoría. "Las personas que entran al mundo de la marihuana saben y aceptan que entran en un mundo hostil", ha comentado el policía, que también ha detallado que el 2021 se realizaron 9 'narcoassalts' por error en naves o inmuebles donde no había droga.

Una plantación de marihuana perfectamente equipada y organizada en pleno Centro de Mataró. Esto es el que se encontró la Policía Local el verano pasado en la calle Magí de Villalonga, casi por casualidad.

El caso es paradigmático de una de las tipologías de plantaciones de marihuana que están proliferando más a ciudades cómo Mataró, las 'indoor'. con todo un sistema industrializado para la producción y venta de la droga. Fuentes de la Policía Local señalan que la instalación era "brutal", con decenas de puntos de iluminación para las plantas valorados en unos 1.000 euros cada uno, un sofisticado sistema de riego para alimentar el cultivo hidropónico (sin suelo), y las diversas habitaciones del inmueble habilitadas para cada una de las diferentes fases de crecimiento de la plantación.

Los promotores de la plantación huyeron sin dejar ni rastro, y no se los ha podido detener

De este caso se sabe que la casa, propiedad de un mataroní que vive fuera de la ciudad, fue alquilada por dos personas con pasaporte extranjero a través de una inmobiliaria local. Los locatarios pagaban religiosamente a principio de más los 1.500 euros mensuales que se los pedía. A banda, invirtieron miles de euros en el equipamiento necesario. "Esto demuestra, por un lado, que se trata de un negocio muy lucrativo, y por el otra, que hay una organización numerosa con varios perfiles implicados", destacan desde la Policía Local. Uno o varios inversores, los que posan el nombre en el contrato de alquiler, los profesionales que instalan todo el equipamiento y, en este caso, que "pinchan" la luz para alimentar todo el sistema de manera ilegal, y los responsables de canalizar la droga hacia el mercado.

Se sospecha que plantaciones cómo estas, que dan marihuana de mucha calidad, están pensadas para suministrar la droga a los clubes cannàbics, los socios de los cuales buscan producto especializado y variantes concretas. Los clubes operan teóricamente en la legalidad, pero la producción de marihuana de la que se nutren suele hacerse en un vacío legal que genera muchos problemas y confusiones a los jueces y a las fuerzas de seguridad

Las plantaciones en casas como la de la calle de Magí de Villalonga están proliferando a municipios como Mataró, puesto que acostumbran a ser bastante discretas (los vecinos no habían presentado ninguna denuncia previa). Pasan más desapercibidas que las que se sitúan en naves, en chalés en urbanizaciones o al aire libre, algo que permite a sus promotores operar sin atraer la atención de la policía ni de los narcoassalts.