Oleada de asaltos a escuelas e institutos de Mataró

Los centros educativos de Mataró están sufriendo una nueva oleada de robos. En los últimos días han sido víctimas, entre otros los Institutos Escuela Àngela Bransuela y Mar Mediterránea, además de casos ya conocidos como el de Meritxell. A Àngela Bransuela acumulan cuatro robos este mes, en los cuales los ladrones se han llevado material informático por valor de unos 20.000 euros. Al Mar Mediterránea sufrieron dos de consecutivos el pasado domingo y ya son cinco desde el inicio de curso, y en total han perdido una treintena de ordenadores. Los responsables de estos centros denuncian que están totalmente desprotegidos, y este lunes hay una reunión de los directores de los centros educativos con el Ayuntamiento para valorar la situación.

La cabeza de estudios de secundaria del Instituto Escuela Àngela Bransuela, Àngel Gallart, explica que casi cada fin de semana de los últimos dos meses han sufrido robos. El último, el pasado sábado por la tarde. "Desde el primer golpe que nos entraron hemos reforzado el sistema de alarmas y repartido todo el material informático en diferentes almacenes y espacios, pero no ha servido para nada", constata. Los ladrones se han llevado mesitas, ordenadores portátiles y otro material informático de uso compartido, adquirido con los recursos de las familias. A banda se suman las pérdidas generadas por los destrozos en el mobiliario. "Cuando no pueden abrir los armarios donde hay los ordenadores, los tiran por las escaleras hasta que los destrozan", lamenta Gallart.

Los ladrones se llevan todo el material excepto los cargadores, puesto que parece que no los quieren por uso directo sino para revender piezas como por ejemplo teclados, pantallas o baterías para el mercado secundario de reparación de aparatos. Evidentemente el centro educativo ha denunciado los hechos, y desde Mossos d'Esquadra se los ha recomendado que reclamen en el Ayuntamiento que refuerce las puertas. "Tenemos que fortificarnos, porque ahora mismo los accesos nos dejan totalmente desprotegidos", destacan desde el instituto escuela de Rocafonda.

El caso del Mar Mediterránea

Una situación muy similar se vive en el barrio de Cerdanyola, al Instituto-Escuela Mar Mediterránea, que ha sufrido media docena de robos desde el inic de curso, los dos últimos domingo día 21. En este último asalto se han llevado 30 ordenadores. La cabeza de estudios del IE Mar Mediterránea, Marc Castañé, ha explicado a la ACN que los robos se producen cada vez en plazos más cortos: "Estamos muy desprotegidos y preocupados. El nivel anímico está por tierra y el trabajo que hacemos con los alumnos se ve muy perjudicado", asegura.

"El nivel anímico está por el tierra", aseguran desde el Mar Mediterránea

Los robos de las últimas horas tuvieron lugar a las tres y a las séis de la tarde de domingo. En una primera entrada, los ladrones consiguieron llevarse algunos ordenadores: "Entraron por la puerta de atrás desmontando el vidrio de la puerta", relata Castañé. Después de una primera intervención policial, los ladrones volvieron unas horas más tarde. "Por la tarde volvieron a entrar a hacer el gran robo. Han desaparecido muchos ordenadores y la torre del ordenador principal de administración de la Secretaría de la escuela", explica la cabeza de estudios. Durante el robo, los ladrones también revolvieron el despacho de Dirección y provocaron un grande "desgavell" al centro. También han desaparecido dos teléfonos móviles de la escuela.

La dirección lamenta los hechos tanto por las pérdidas económicas y de material que supone, como por el impacto anímico en maestros y alumnos. "Llegan y ven la escuela abierta y los vidrios rotos", explica Castañé. Además, en el aula, muchos proyectos se ven interrumpidos por la carencia de material hasta que el Departamento de Educación lo pueda reponer. De hecho, el centro tampoco dispone ahora de mesitas para las aulas porque la Generalitat todavía no las ha podido reponer desde el último robo que sufrió la escuela. El equipo docente está desesperado por la situación, puesto que a pesar de contar con alarmas a prácticamente todas las dependencias, los ladrones "saben donde van y marchan en pocos minutos".