Dos imágenes de los destrozos de los ladrones al IE Mar Mediterránea
Dos imágenes de los destrozos de los ladrones al IE Mar Mediterránea

Las escuelas mataronines, indefensas ante los ladrones

La nueva oleada de robos que sufren los centros educativos de Mataró ponen de manifiesto la impunidad de los ladrones para cometer asaltos

Las escuelas e institutos de Mataró se encuentran en una situación de indefensión casi total respeto los ladrones, que actúan con una impunidad absoluta durante los fines de semana aprovechando la poca vigilancia que hay en el entorno de estos equipamientos. El botín que extraen es bastante suculento y el resultado de cada asalto es un auténtico desastre por cada escuela que lo sufre. Las comunidades educativas exigen medidas y soluciones, pero estas no son sencillas de encontrar puesto que estos equipamientos son un blanco demasiado fácil para los ladrones.

Durante este mes de marzo centres como los Institutos Escuela Àngela Bransuela, al barrio de Rocafonda, y Mar Mediterránea, a Cerdanyola, han sido los que han sufrido las peores consecuencias. En el caso del centro rocafondí han sufrido robos prácticamente cada fin de semana de este mes de marzo. El resultado ha sido la sostracció de material informático por valor de unos 20.000 euros. Al Mar Mediterránea, por su parte, robaron dos veces el mismo día, el pasado domingo día 21, con un botín de más de 30 ordenadores

En estos cuerpo casos, y cómo se vio también la semana pasada en la escuela Meritxell, los ladrones saben perfectamente qué buscan y como conseguirlo. Consiguen desconectar las alarmas o bien actúan tan rápido que las hacen del todo inútiles. Van directos al grano, en busca de material informático como por ejemplo mesitas, portátiles o chromebooks que las escuelas guardan a sus instalaciones puesto que son material de uso compartido. Si pueden, también, buscan la caja fuerte donde hay dinero en metálico para acabar de redondear el botín.

Així va quedar l'IES Mar Mediterrània després de l'entrada dels lladres. Foto: ACN

Así quedó el IES Mar Mediterránea después de la entrada de los ladrones. Foto: ACN

Tal y cómo han explicado los Mossos d'Esquadra a la dirección de Àngela Bransuela, donde quedaron sorprendidos que no se lleven los cargadores de los aparatos, parece que los ladrones los revenden por piezas, destinadas al mercado secundario de reparación. Las mesitas y ordenadores comprado con el dinero y el esfuerzo de las familias acaban desmontados y sus elementos esparcidos por tiendas y talleres de dudosa legalidad. Después del primer robo sufrido ahora hace un mes, en el Àngela Bransuela intentaron almacenar todo este material en varias salas del centro, pero los ladrones han sabido encontrar siempre los escondrijos.

A todo ello hay que añadir los daños materiales: vidrios rotos, puertas esbotzades y armarios totalmente destrozados después de que los ladrones los tiren escaleras abajo porque se desmenucen y puedan acceder al que se guarda dentro. "Estamos muy desprotegidos y preocupados. El nivel anímico está por tierra y el trabajo que hacemos con los alumnos se ve muy perjudicado", explica la cabeza de estudios del IE Mar Mediterránea, Marc Castañé, después de los robos sufridos el pasado fin de semana. La cabeza de estudios de secundaria de la IE Àngela Bransuela, en esta misma línea, constata que se sienten del todo indefensos. "Hemos puesto más alarmas, contratando nosotros mismos otra empresa especializada, pero no ha servido para nada".

A finales de 2019 los centros educativos mataronins sufrieron una oleada de robos similares al actual. Entonces el Ayuntamiento acordó con sus representantes mejorar el sistema de alarmas de las escuelas, con nuevos sensores o cámaras, y también se comprometió a reforzar puertas y ventanas. A banda, según explicó la regidora de Seguridad, Anna Villarreal, se intentó "mejorar los sistemas de autoprotección de cada centro, mediante la formación del personal propio de cada uno de ellos".

L'escola Meritxell, que ha patit un robatori

La escuela Meritxell, que ha sufrido un robo de 30 iPADs

La realidad, pero, es que con esta nueva oleada de asaltos los centros han mostrado que siguen presentando muy poca resistencia a los ladrones. "Contamos con alarmas a prácticamente todas las dependencias, pero los ladrones saben donde van y marchan en pocos minutos", lamentan desde el Mar Mediterránea. En Àngela Bransuela reclaman, tal y como los han recomendado desde Mozos, que los cambien las puertas de acceso para instalar de más seguras. "Actualmente son cómo de latón, y necesitamos fortificarnos, como mínimo ponerlos alguna dificultad", afirma su cabeza de estudios.

Sea como fuere, reforzar la seguridad y la vigilancia de estos centros no es una tarea sencilla. Hay un total de 71 en Mataró, así que es imposible que cada uno de ellos tenga una patrulla policial cada fin de semana. Por mucho que se refuercen puertas y ventanas, muchos tienen un perímetro muy grande rodeados de vallas que no suelen ser una barrera demasiado difícil de saltar. Los sábados y domingos los edificios están totalmente desiertos, no hay nadie, al contrario del que pasaba en el pasado cuando había porteros que residían a las mismas instalaciones y podían avisar la policía si veían que alguien accedía al recinto. Todo ello genera un panorama de indefensión para los centros educativos por los cuales hay que encontrar una solución.

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