Los Mossos d'Esquadra han detenido cinco presuntos integrantes de una red que podría haber legalizado centenares de inmigrantes de origen chino mediante contratos de trabajos falsificados, la mayoría de ellos en talleres textiles de la comarca del Maresme. Dos de los detenidos son de nacionalidad china y el resto españoles y regentaban una gestoría en Barcelona. Los agentes los han confiscado centenares de documentos de identidad falsos, todo que se estima que tenían capacitado para producir miles. Además, también se los ha confiscado 120.000 euros en efectivo.
Los Mozos se pusieron sobre la pista de esta banda en 2003, después de que una asociación de pequeñas y medianas empresas del sector textil del Maresme presentara una serie de denuncias contra la presencia de talleres de confección ilegales que utilizaban inmigrantes "sin papeles" a la comarca.
La policía autonómica registró tres de estos talleres, para lo cual requirió los servicios de una intérprete de china, A.H.L., que enseguida levantó sus sospechas dado que parecía tener un especial interés personal en alguno de los talleres inspeccionados. Los agentes descubrieron, posteriormente, que la intérprete principal responsable de la banda- era la propietaria de varias empresas legales con las cuales contrataba fraudulentamente inmigrantes chinos. Además, algunos de los empleados a los cuales había dado de alta eran los responsables de talleres de confección de Mataró. A.H.L. facilitaba el acceso a actividades ilegales a algunas de las personas que regularizaba para que pudieran disponer de ingresos económicos.
De hecho, algunos de estos inmigrantes ya habían sido detenidos por diferentes delitos, en la mayoría de casos contra la propiedad intelectual -venta ambulante de falsificaciones de CD, DVD y otros productos-, mientras se suponía que estaban trabajando a las empresas de A.H.L.
La investigación culminó con la localización de una gestoría de Barcelona que se encargaba de expedir empadronamientos, altas y bajas de la Seguridad Social, contratos de trabajo y nóminas en colaboración con el resto de miembros de la red. Concretamente, la banda cobraba 2.000 euros para falsificar un contrato de trabajo, 200 por una alta en la Seguridad Social, 400 por un contrato y 100 por un empadronamiento, y las mencionadas gestiones se realizaban a nombre de domicilios o empresas de la principal implicada en la trama.la gestoría se dedicaba también a aconsejar y llevar a cabo los trámites necesarios para reagrupaciones familiares y también intercambiaba documentos de identidad entre extranjeros porque pudieran acceder a contratos legales.
El juzgado de instrucción número 2 de Mataró, que investiga el caso, ordenó esta semana el registro de cinco domicilios y locales de Barcelona, donde ha confiscado numerosa documentación que incrimina los miembros de la red.Después de las detenciones, el juez ordenó el ingreso a la prisión de A.H.L., de 44 años, como presunta responsable de la red, y dejó en libertad con cargos su ayudante, I.F., china de 39 años, y los españoles -encargados de la gestoría- M.A.L., E.B.P. y R.G.R.
Paralelamente, la policía autonómica ha llevado a cabo siete inspecciones administrativas en locales y comercios regentados por ciudadanos chinos en Barcelona, Mataró, Calella y Santa Coloma de Gramenet y, en uno de ellos, descubrió un taller clandestino de confección donde trabajaban siete personas en condiciones de explotación laboral. Por este motivo, detuvieron el responsable del taller, J.G.P., de nacionalidad española y 46 años, como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores.
La policía autonómica mantiene abierta esta investigación y no descarta nuevas detenciones.
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