Se enciende la mecha de los festivales maresmencs

L'entrada triunfal en verano que supone el fin de curso, el advenimiento de San Juan y el estallido vacacional y festivo lleva varias novedades al fardo. Por todas partes y también al Maresme, ya no solo es que cambie el compás con el que se vive: también muta la escenografía del día a día y la vida en la calle. Por San Juan chasquean los cohetes pero la mecha que se enciende ahora y que se mantendrá muy candente mientras la temperatura sea más alta es la de los festivales a nuestra comarca. Después de dos años de restricciones y penurias covidoses, la eclosión de certámenes por este 2022 es una oleada todavía más poderosa que en ningún año precedente y prácticamente cada municipio se apunta con cuota propia, de iniciativa privada, pública o compartida, a la asociación de ideas verano-festival.

Música y artes escénicas son protagonistas de la agenda y de una parrilla de programación variada cómo lo es la comarca. Hay certámenes que prevén contar los asistentes por decenas de miles de personas y otras citas más de bolsillo, si se quiere incluso más recónditas. Hay desde la flor y nata de los grupos catalanes a nombres internacionales y estatales del mismo modo que también la programación más local se hace lugar. No todo son macrofestivals, sino que la medida se escala con iniciativas muy diversas que hacen cómo la temperatura: subir mucho a finales de primavera y mantenerse alta hasta que sea septiembre.

Las apuestas más grandes

El estreno del Sonríe de Tordera, esta misma noche de Verbena con los Catarres, Doctor Prados y Buhos es una de las novedades y sirve de precedente del gran fenómeno del CanetRock , justo sábado 2 de julio y con pleno asegurado de nuevo. Los certámenes son variados y, de hecho, ya cuesta bastante reseguir exactamente las fechas y programaciones de los unos y los otros más allá del ánimo recopilatorio que hace el Consorcio de Promoción Turística de la comarca.

Hay el formato grande, mucho formato mediano y también apuestas por la distancia más corta. Hay certámenes de lírica o ópera, opciones por la poesía o el teatro y programaciones transversales. Ahora se enciende la mecha pero la batería irá escopetejant programación en paralelo a la de las fiestas mayores. Un verano rebosante de cultura, este 2022, al Maresme. Quizás el golpe que más.

El Maresme es una comarca allargassada y preciosa. Una lengua de tierra. Espriu la describía cómo "una pequeña patria entre las viñas y el mar" y por pura vergüenza descriptiva nadie más lo tendría que glosar, sino atansar-se a las palabras del poeta del pueblo. El Maresme es una tierra que luce en su diversidad, tropical de temperaturas y estival de ritmos vitales. Una tierra atractiva, de segundas residencias y mil motivos por visitantes de día o de días. Los passavolants tienen la gastronomía o el patrimonio de reclamos pero también de bracet de los festivales de verano pueden ver cómo se abre la puerta a una serie de imágenes, de fondos de escena, de colección de postales. El tiempo de festivales también es para lucir puestas de sol o frescas propicias. Una comarca instagramer, podría decirse ahora.

Los festivales de este verano sirven para descubrir espacios preciosos y únicos de la comarca

Uno de los valores añadidos que puede lucir la comarca y su extensa programación festivalera es la colección de estampas idílicas que sirven de ubicación para las programaciones culturales. Y de aquí, también, la variedad o el aliciente para dejarse seducir. Santa Florentina fue el pionero. Festivales cómo el Poesía y + no se entenderían sin entornos propicios que se han ido cuidando cómo el Pozo de Hielo de Canyamars, para decir ud. O lo Nosotros mataroní que recuperó hace dos años el Patio de Can Marchal que parecía culturament olvidado.

Colección de espacios preciosos

Las Noches de Verano a Calella programan una noche que promete ser espectacular al Faro, un referente cardinal al norte del Maresme o encontramos propuestas en entornos más concretos. El Cortijo Colina de Cabrera de Mar, por ejemplo, ofrece veladas de gastronomía y música de auténtico lujo o el Festival de Alella propone un maridaje perfecto entre las viñas de la Bodega Alta Alella, sus frutos y la programación cultural in situ, donde en septiembre tocará veremar. El Posidonia de Mataró descubrió un entorno plácido al Puerto de la capital, Canet exhibe los Jardines Comediantes, Llavaneres el en torno a Can Caralt o Arenys de Mar la Gruta de Lourdes. Rincones todos de por sí interesantes que, de la mano de los actos que se celebran, permiten que la comarca luzca muslo.