Un festival de rumba compartido entre Mataró y Barcelona

El proyecto de un gran festival de rumba catalana sigue estando sobre la tabla del Ayuntamiento de Mataró. Se trabaja, se han hecho contactos y movimientos según explica Cultura pero no será este año sino más en medio plazo. Y no será un festival únicamente mataroní. Esta es la novedad explicada este miércoles en rueda de prensa por el regidor Xesco Gomar que ha dibujado como escenario plausible a medio plazo que el festival sume otras ciudades metropolitanas cómo la propia Barcelona.

El proyecto de festival de rumba de Mataró es un poco cómo el cuento de nunca acabar del propio Gomar que cada vez que, cómo era el caso de la rueda de prensa, presenta alguno de los festivales pequeños y medios de la ciudad (en este caso el LAVS y el Panòptic) especifica que el que le falta en la ciudad es un festival de rumba.

En esta ocasión ha especificado que se ha hablado con ayuntamientos cómo el de Barcelona o el de Santo Adrià del Besòs. Ha habido contactos iniciales y la idea de un festival de ámbito metropolitano. "Unirnos en una ciudad cómo Barcelona por un festival cómo este sería muy potente", explica Xesco Gomar que en todo caso lo ha situado como propuesta para el próximo mandato 2023-2027. Y por el gobierno y el regidor de Cultura que salga de las próximas elecciones, se entiende.

A Cataluña actualmente hay diferentes iniciativas relacionadas con la rumba y un festival a Tossa. La opción de una alianza entre Mataró y Barcelona, dos de las ciudades cuna del género, pasaría por la creación de una programación de ámbito y proyección de país alrededor del género que siempre tendrá como Rey y referente el añorado Peret, hijo de Mataró.

De momento, festivales pequeños y medios

La referencia al festival de rumba ha llegado en la presentación de dos de los festivales mataronins que las próximas semanas compartirán espacio a la Prisión, al ser proyectos residentes del MAC. El propio regidor ha elogiado "cómo estos festivales continúan creciente y consolidándose" y se ha marcado como objetivo de ciudad "conseguir que se queden en casa, con recursos y no falsas prometidas y no volver a ver cómo festivales de Mataró se van a Barcelona".