ENTREVISTA marc salicru 3
ENTREVISTA marc salicru 3

"Es muy sabroso trabajar de un oficio que encapsula todo lo que me gusta"

Hablamos con Marc Salicrú, artista, músico, escenógrafo e il·luminador mataroní que ha trabajado para la flor y nata del teatro catalán y español

Marc Salicrú es uno prueba-olletes de aquellos que parece que se haya perdido el tipo. Artista, instalador, músico, il·luminador, escenógrafo y el que a buen seguro le quede para experimentar. Tiene solo 30 años pero ya es uno de los escenógrafos de cabecera del teatro catalán. En Mataró decimos que tenemos buena madera teatral por intérpretes de renombre (Boris Ruiz, Joan Pera, Jordi Bosch, Clara De Ramon), por directores cómo el añorado Moisès Maicas o por dramaturgos cómo Toni Cabré pero no se ha dado suficientes pes a la nueva fornada de técnicos. Laura Closca acaba de ganar un Premio Max y Marc Salicrú firma la actual escenografía de 'El Temps i els Conway (muy elogiada) en el Teatre Nacional después de trabajar con Jaume Plensa en el Liceu , entre otros muchos encargos. De su trabajo y trayectoria hablamos en uno de sus contados días de descanso entre trabajos.

"Mi escuela fue Can Xalant: allí inicié el camino de la experimentación

¿Cómo explicarías qué es un escenógrafo?

El teatro es una interferencia a la vida de la gente y nosotros el que hacemos es contribuir a crearla, haciendo trabajo de laboratorio, desde el teatro más convencional o popular a la ópera o el experimental. Y es muy guai! Hagamos un oficio de la mentira, nos dedicamos a engañar la gente, es precioso. La idea de transformar el espacio es el que me motiva y el que me hace jugar, del vacío hasta el pleno. Trabajas los efectos con todo el que tienes al alcance. Vamos al teatro a disfrutar de una belleza y a mí me interesa más la estòmac que la oreja: me mueve la imagen, la sensación, el mundo atmosférico, chupar el espectador. Yo soy escenógrafo por esta capacidad de crear un tipo de nave en la que el espectador vive la obra. Mi alma y mi estilo y mi propuesta es esta. Busco crear un continente donde pase el contenido.

¿Cómo llegan a contactarte? Cómo te llega el trabajo?

Normalmente es una compañía o un director y directora que me viene a buscar y dice qué espectáculo quiere hacer y cómo lo plantea. A partir de allá, empiezo a trabajar. A menudo me dejan fuerza soltura y terreno libre para crear y proponer porque saben cómo trabajo. Hay textos que tienen más acotaciones concretas y otros que hay más libertad. Yo intento cogerme más la esencia de las obras que no la literalidad del texto y procuro crear una atmósfera que a veces sea paral•lela.

¿Es un trabajo también paral•lel al del director escénico, pues?

Es un trabajo en equipo, está claro. Yo cuando tengo que hecho una obra quiero empapar-me literalmente para poder sacar el concepto escenográfico que creo que le irá bien. Es cómo plantear un tablero, un terreno de juego. Y las normas de juego. Todo empieza con un plano básico y a partir de aquí encima jugamos con fichas y levantando la escenografía a través de esbozos y más esbozos. Hay proyectos por los que hago maqueta u otros más abstractas que se basan más en el dibujo.
Y está claro, con el director tenemos que compartir el juego que proponemos. Todo el proceso es compartido, discutido, acordado. Y no solo con el director, también con el il•luminador, quien hace el vestuario o el diseñador de espacio sonoro para posar un ejemplo.

L'espectacular escenografia de Marc Salícrú a 'El temps i els Conway' del TNC. Foto: David Ruano/Tnc
La espectacular escenografía de Marco Salícrú a 'El tiempo y los Conway' del TNC. Foto: David Ruano/Tnc


Y en estas debutas en la sala grande del TNC con 'El tiempo y los Conway', de Ángel Llàcer.

El Ángel tenía la idea de una escenografía potente y pomposa por toda una Sala Grande del TNC. Ha sido un encargo muy libre y el mejor es que es una obra que habla del paso del tiempo de manera cuántica: te hace saltar adelante y atrás y esto lo hemos explicado a nivel escenográfico y lumínico. Hacer esto en una sala de aquella dimensión era un reto monumental y me ha permitido llevar a la práctica exactement aquello que había pensado e imaginado. Así puedes transmitir con exactitud aquello que has parido desde la maqueta, en casa.

¿Qué tiene de especial trabajar al TNC? Hay barra libre de recursos?

No, ni mucho menos. Aquí los recursos no son los que eran y los precios han subido cómo con todo. Si la madera ha doblado el precio, técnicamente ahora tienes la mitad de dinero para llenar la misma boca de escenario. El que sí que es diferente es el material, los recursos más de cimiento escenográfico, cómo luces.

¿Cómo llegas a ser escenógrafo, de un día por el otro?

Yo estudié escenografía en el Instituto del Teatro pero tiempo atrás no me lo pensaba , me lo voy encontrando un poco después de flipar en las puertas abiertas. Mi primera escuela fue Can Xalant a Mataró. Allá conozco mucha gente y haya instal•lacions, vídeo, dibujos… la idea del que suponía nunca me ha abandonado y por eso mis escenografías e il•luminacions creo que forman parte de un proceso mucho de instal•lació, de investigación. Yo procuro que todo el que vaya tirando sea una busca de un ideal que no sé cuál es, que sumerja el espectador cuando este entre al teatro. Sería cómo desnudarlo de todo el que lleva de fuera y un golpe adentro de donde lo proponemos se lo encuentre todo. Me gusta el concepto de teatro inmersivo porque cubres estos 360 grados que envuelve el espectador durante todo el que dure la obra. Todo esto lo aprendí a Can Xalant, la investigación de la experimentación artística a través de diferentes lenguajes. El más divertido de hacer escenografía es que me reúne todo el que me gusta: dibujo, il•luminació, vídeo, música. Todo encapsulado en un oficio, es muy sabroso.

Pero no has aparcado otras dedicaciones artísticas, ni la música a los los Free Fall Band.

No. La parte más de instal•lacions artísticas me gustaría no dejarla nunca precisamente por este componente de proceso de investigación que digo que mantengo. Y la música tampoco, a pesar de que ahora no estamos en el mismo momento que cuando surgimos o quizás, más muy dicho, es la industria musical la que ha cambiado de forma brutal.

¿Qué quieres decir?

Que el proceso de las cosas ha cambiado mucho. El año pasado presentamos un disco y actuamos al Primavera Sound, el grupo sigue y tenemos ganas de siguiendo haciendo canciones pero hoy en día los grupos que tienen éxito están todo el día haciendo vídeos por las redes, vendiendo la moto de una manera que conscientemente hemos decidido que no queremos hacer. Nosotros queremos hacer música y conciertos pero sin esta parte parece que podemos quedar desdibujados. No dejaremos de hacer discos ni canciones pero aquel éxito del 2011 de ventas, de radios… ahora es muy difícil que pase. Todo va por otros caminos y aunque el que hagas pueda gustar, sin esta nueva manera de venderse acabas pasando desapercibido. La música no es nuestro centro de creación ni nos va la vida, ya pero es nuestro punto en común que queremos mantener.

Marc Salicrú. Foto: R.Gallofré
Marco Salicrú. Foto: R.Gallofré

 

El mundo del teatro es laboralmente precario. ¿Cómo has vivido este seguido de oportunidades encadenadas cómo aquel quienes dice acabado de salir del instituto?

Te das cuenta que tomé una serie de decisiones inconscientes y aleatorias que me han llevado donde óc, a hacer un camino. Trucas para ser ayudado de un director, que te lleva a otro y de golpe estás haciendo la gala de los Premios Goya al pabellón del Unicaja de Málaga con 24 anyets. Y llegas a plantearte que qué hago yo aquí. He dormido muy poco, he trabajado muchas horas y no he dejado de hacer, hacer y hacer pasando de un encargo al otro. He sido 8 años trabajando muchísimo saltando de un encargo al otro. Me cojo el oficio cómo una carrera de fondo, de investigación, de jugar, de probar, de reflexionar y esto me ayuda a mantener el espíritu vivo. Sigo cada día pensante en cómo cautivar el espectador y hacerle vivir un tipo de epifanía especial, abstrayéndolo del mundo real. Todo se basa en que quieres explicar y cómo. Qué y cómo, esto me apasiona.

¿Cómo ha sido trabajar codo con codo con Jaume Plensa y su ópera, al Liceo?

Ha sido muy especial porque como artista él la pensó desde un punto de vista muy global con el que yo también me siento muy identificado. La ópera permite este componente, es el arte total y en Jaume te hablaba del espectáculo imaginándoselo todo, del vestuario a la escenografía. Él ve el concepto y es precisamente el que más me interesa de mi oficio. Ver que tiene sentido mi manera de vivir y ver mi trabajo. En Jaume Plensa tiene una alma de niño, un punto de inconsciència de juego que prioriza la sensación, que después plasma con la máxima consistencia. Trabajar con él ha sido cómo hacerle de traductor de sus ideas y convertirlas en escenografía y el éxito ha sido que él haya viste el que tenía al cabo.

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