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No, la nueva ordenanza de civismo de Mataró no prohíbe la mendicidad

Ante las críticas, el Ayuntamiento especifica que solo se sancionarán casos de mendicidad "insistente y agresiva" o si se utilizan menores, pero no prohíbe pedir limosna en la calle

"Ahora ser pobre es delito". Así se ha expresado la Asociación de Vecinos de Cerdanyola a través de Twitter a raíz de la entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Civismo y Convivencia que acaba de aprobar el Ayuntamiento de Mataró. Con este lamento sarcástico, la entidad criticaba que el ordenanza prohibiera, en teoría, determinadas conductas como por ejemplo la mendicidad.

La realidad, pero, es que el ordenanza no prohíbe ni sanciona las personas que pidan almoïna a la vía pública, según especifican desde el Ayuntamiento de Mataró, de cara a aclarar este extremo. Hay un régimen sancionador previsto, es cierto, con multas que van de los 100 a los 450 euros. Pero se centran exclusivamente en aquellos casos de mendicidad "con actitudes insistentes, intrusives o agresivas que dificulten la libre movilidad de la ciudadanía". Además, la ordenanza también establece que "queda expresamente prohibida la práctica de la mendicidad utilizando menores".

El regidor de Vía Pública, Juan Carlos Jerez, asegura que la nueva ordenanza es "muy sensible con los colectivos vulnerables", como por ejemplo las personas pobres y víctimas de grave desigualdad social que se ven obligadas a pedir en la calle. "Con colectivos cómo este, como principio general se prevé una intervención mas social que no sancionadora, salvo casos extremos".

Es decir, que en ningún caso se apuesta para multar los mendigos, cosa que "de entrada no tendría ningún sentido porque difícilmente pagarían la multa", cómo dice el regidor, a no ser que sus actitudes vayan claramente en contra de la convivencia ciudadana o sean un problema de seguridad. Por este motivo, el régimen sancionador se ha "acotat a la mendicidad muy invasiva, como por ejemplo casos donde se bloquea el peatón en la calle, no se lo deja entrar a un establecimiento, o bien cuando se utilizan, práctica que evidentemente es ilegal.

Jerez destaca que el principio general del ordenanza es "estimular el comportamiento solidario y empático con las personas que necesiten ayuda, de cara a tener una ciudad amable y acogedora especialmente con las personas vulnerables". En el caso de estos colectivos, se establece que los agentes de la autoridad, como por ejemplo policía o funcionarios municipales, tengan que informar estas personas en riesgo de exclusión social sobre los diferentes servicios disponibles para recibir apoyo

 

 

 

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