Manifestación en contra de la violación al barrio de Ceranyola. Foto: R.Gallofré
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Cugat Comas

Manifestación histórica a Mataró contra la agresión sexual a una mujer

La unidad preside la marcha pero la crispación y la división estallan ante el Ayuntamiento con el alcalde de objetivo de gritos y protestas

El caso de la agresión sexual de cuatro hombres contra una mujer la semana pasada, de madrugada, en Mataró ha indignado y conmobido la ciudad, cómo se ha podido ver este lunes en la manifestación convocada en condena de este suceso. Ha sido una convocatoria multitudinaria, que ha sumado centenares y centenares de personas. Más de un millar han completado el recorrido entre la plaza de Isla Cristina y la Riera, ante el Ayuntamiento. Muchas más se sumaban, desde aceras, balcones y plazas.

La marcha ha unido a todo el mundo detrás de una pancarta y carteles en contra de la agresión y la violencia contra las mujeres. La giganta Tomassa, del Mar Mediterránea (antiguo Tomás Viñas) se ha sumado a una marcha que ha avanzado a buen ritmo y entre la que había mucha gente y muy variada, de diferentes ámbitos, origens o militancias. Convocaban la asociación de vecinos de Cerdanyola y la vocalia de mujeres. La parroquia de Cerdanyola era mayoritaria.

El éxito de la convocatoria se aviene a la gravedad de los hechos, que siguen siendo invesigados por los Mossos d'Esquadra. Que todavía no hayan sido detenidos los autores de la agresión sexual más grave en muchos de tiempo enciende los ánimos. La convocatoria era de condena, pero la rabia también era evidente. La crispación ha sido la tónica de las intervenciones al final de la marcha.

 

De la unidad a la división y la crispación

Ante el Ayuntamiento y a modo de conclusión de la convocatoria, los convocantes han tomado la palabra pero ya en los instantes finales de la marcha habían empezado los gritos de un sector que pedían la dimisión de David Boto. El alcalde, presente en la marcha junto a una amplia representación socialista ha visto con patente incomodidad cómo pasaba a ser objetivo de gritos y protestas. De dimisión y de soluciones. El griterío y las interrupciones han sido la tónica de un final de concentración entre caótico y triste en el que la unidad que había protagonizado la manifestación ha dado a la división entre diferentes congregados.

En nombre del AVV Cerdanyola, su presidente Bangaly Touré ha dicho que "trabajaremos para defender los vecinos y no aceptaremos ningún tipo de violencia, sobre todo contra las mujeres. Pedimos actuar con contundencia y que se detengan los responsables". Mientras intentaba hacerse oir los gritos piden más policía y más seguridad enmudecían parte de su discurso. Especialmente cuando la portavoz de la vocalia de mujeres de la entidad enmarcaba el suceso en el machismo, las protestas de un grupo han provocado la interrupción del discurso. Alienadas de la presidencia de la concentración, militantes feministas intentaban reconducir la situación con gritos como "no es no", "si nos tocan a una, nos tocan a todas" o "viva la lucha feminista" pero otros manifestantes las increpaban.


Gritos y protestas contra el Alcalde

La concurrencia ha acabado pidiendo la intervención del Alcalde que finalmente se ha dirigido a los presentes entre gritos y silbatos para tener unas palabras de recuerdo a la víctima de la agresión y hacer un llamamiento a la unidad contra la violencia machista. Bote, nervioso, ha intentado defender que la seguridad es una de las prioridades desde que es alcalde pero apenas se le oía entre tanto griterío.

Finalmente la concentración se ha desconvocado, con evidente incomodidad por parte de los congregados del espectáculo divisorio vivido como epílogo de una tarde que empezaba con todo el mundo unido por un motivo grave como la agresión vivida.

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