Comas/Soler firman la crítica teatral Vigencia y necesidad de García Lorca
Comas/Soler firman la crítica teatral Vigencia y necesidad de García Lorca

Josep Comas / Fàtima Soler

Vigencia y necesidad de García Lorca

Crítica teatral de 'Una noche sin luna' de Juan Diego Botto, representada en el Teatro Monumental de Mataró el 14 de enero

A pesar de las dificultades de la sexta oleada de Covid , la nueva programación del Monumental no podía haber empezado mejor. 'Una noche sin luna' recibió el pasado viernes, con los espectadores de pie, uno de los aplausos más fervientes y duraderos de los que se recuerdan en el teatro de lo alto de la Riera.

Se trata de la obra escrita e interpretada por Juan Diego Botto y dirigida por Sergio Peris-Mencheta centrada en la personalidad de Federico García Lorca. Lleva ya más de un año de gira por toda España llenando teatros y conmoviendo a públicos muy diversos. Porque llega al corazón.

Paradoja

La vida del poeta de Fuente Vaqueros ha sido objeto de bastantes montajes escénicos. Cierto. Pero la singularidad de 'Una noche sin luna' es que pone el foco en los pliegues del alma del personaje más allá de la talla intelectual o de la magnitud de su producción artística y literaria. Y no es que el texto de Juan Diego Botto las orille. No. Porque está lleno de referencias a poemas, piezas dramáticas, artículos, entrevistas, alocuciones y cartas que el actor cita en primera persona, plenamente metido en las entrañas de Federico. También aparecen cantares populares de los que él recogió. Pero el quid del espectáculo, lo que realmente lo traba y le da verosimilitud, radica en las aportaciones ideadas por Botto al imaginario lorquiano y en la sutil recreación dramatúrgica que aporta con Peris-Mencheta. Una paradoja que recurre a las similitudes que tiene con la del barco de Teseo, la embarcación mítica de la que durante siglos los habitantes de la antigua Atenas reconocieron la autenticidad, aunque fuera continuamente renovada.

una noche sin luna

Juan Diego Botto, en una Noche sin luna

Sentimientos y convicciones

El terreno de 'Una noche sin luna' es el de los sentimientos. La figura de García Lorca está trazada con la evocación de sus vivencias y estados de ánimo, desde que era pequeño hasta los que rodearon su muerte. Anhelos, amores, aflicciones, propósitos, amistades, inquietudes y debilidades trenzan el hilo de una trayectoria vital donde emerge su apoyo al Frente Popular y el compromiso profundo con las libertades y la defensa de la educación y la cultura para todo el mundo que la Segunda República propugnaba. La interpretación con que Juan Diego Botto penetra en la piel del poeta está construida sobre la complicidad. Por eso interactúa con el público en un tono de afecto y confidencialidad, pero igualmente de afirmación de convicciones, porque como proclamaba el autor en la inacabada 'Comedia sin título' el teatro tiene que enseñar rincones de realidad.

Con esta voluntad la obra juega con la polivalencia de símbolos y metáforas, unos recursos de estilo muy apreciados por Lorca. Desde el título mismo, donde la ausencia del astro de la noche viene a subrayar la soledad de su muerte, la desidia de los que la habrían podido evitar y la impiedad ensañada de sus verdugos.

También el dispositivo escenográfico de la función, en su simplicidad, tiene connotaciones alegóricas. La tarima inclinada que sugiere inicialmente las tablas de un teatro, de la que se van desprendiendo maderas, puede ser asimismo hogar familiar, cajón de recuerdos, espacio onírico, sala de conferencias o de fiesta, camión, plaza, lugar de trabajo, prisión o enclave mortuorio. Todo está cargado de significación.

Igualmente la arena. La tierra polvorienta que aparece continuamente en escena revela el paso del tiempo y el riesgo de olvido que conlleva, como el poso de desconocimiento que aún hoy continúa cubriendo los restos del cuerpo del poeta. Porque, si el espectáculo apuesta por instantes a desdibujar la divisoria entre el ayer y el ahora, es para reflejar la vigencia del combate contra el fascismo, la ideología del odio que lo asesinó debido a sus ideas y a su condición homosexual.

'Una noche sin luna', que es una lección de teatro, lo deja claro: revivir a García Lorca es necesario.

 

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