Camprubí: "Mataró necesita grandes consensos entre partidos democráticos"

Caras largas al local de ERC en la Calle de Isern domingo por la noche, cuando todo el voto estaba escrutado y la segunda fuerza mataronina veía cómo había perdido la mitad de los regidores, de 8 en el anterior mandato a 4 los próximos cuatro años. Su alcaldable, Pim Camprubí, no lo escondía e interpretaba los resultados con claridad: "no son unos resultados positivos en ningún caso, hay que felicitar el PSC como ganador y lamentar la aparición con fuerza de Vox".

La Esquerra Republicana de Pim Camprubí, que fue víctima del último movimiento de regidores del recuento perdiendo un quinto que tenía durante buena parte del proceso a manso del PSC, encomienda al resto de consistorio la receta que ya propuso antes de la campaña a la hora de gestionar la irrupción con fuerza de la extrema derecha de Vox al consistorio. "La extrema derecha no tiene que tener ningún protagonismo en la política mataronina y el que tenemos que hacer todas las fuerzas democráticas es encontrar grandes consensos para salir adelante la gobernabilidad de la ciudad", dijo Camprubí que añadió un "Izquierda ayudará".

En ningún caso ERC plantea entrar en un gobierno con el PSC. Camprubí lo descartó tácitamente durante la campaña y no se refería a este escenario cuando hablaba de consensos. Pero el alcaldable añadía otro elemento en la lectura de los resultados: "la mayoría del consistorio es de izquierdas y hace falta esta mayoría de ciudad a la hora de abordar los grandes temas que afectan a la ciudadanía".

Por ERC, mantenerse como segunda fuerza en un consistorio más atomizado es un premio menor que, en palabras de su alcaldable, "en ningún caso nos lleva a una lectura positiva de cómo han ido las elecciones". Aún así, comparándolo con otros ayuntamientos similares, se puede decir que Mataró es uno de los feudos metropolitanos donde el partido ha aguantado mejor el golpe.