Capgròs
El Síndico de Greuges ha investigado de oficio la gincana sexual organizada por el Ayuntamiento de Vilassar de Mar (Maresme) a finales de julio. A pesar de que la síndica considera "fundamental" la educación sexual y reconoce como "valiosa" la iniciativa municipal, lamenta que en este caso no hubiera "garantías de calidad" de la actividad.
La educación sexual, argumenta, tiene que estar "diseñada e impartida" por profesionales formados en la materia, además de estar "adecuada" a la edad de los niños, unas circunstancias que no se dieron a Vilassar de Mar. Además, en aquella actividad, participaron niños y jóvenes a partir de 12 años y el consistorio difundió imágenes de los menores haciendo algunas pruebas sin la autorización de las familias.
Según el informe del Síndico de Agravios, el Ayuntamiento de Vilassar de Mar tampoco informó previamente a los participantes del contenido de las pruebas, el que habría situado los menores en "situaciones inesperadas e incómodas", también por el hecho que en algunas pruebas se mezclaran niños y jóvenes de edades muy diferentes: "Esto se tendría que haber evitado".
"Las actividades organizadas por el Ayuntamiento de Vilassar de Mar a la gincana no se pueden calificar como educación afectivosexual. No cumplían los criterios que este tipo de educación tiene que tener para permitir que los niños y adolescentes reciban la preparación que los capacite para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad y sus relaciones de manera libre y responsable", resuelve la síndica.
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