Los colectivos de Can Sanpere reclaman en el Ayuntamiento de Premià expropíe la nave

Los colectivos que ocupan desde 2013 la antigua nave de Can Sanpere , en el centro de Premià de Mar, reclaman en el Ayuntamiento que ejecute la partida reservada para la expropiación de la nave, encara propiedad de Núñez y Navarro. La urgencia llega después de que un juez de Mataró haya ordenado, a petición de la empresa, su desalojo con fecha abierta.

Los colectivos acusan el consistorio de "posar en peligro" el espacio y abocarlo a un final "violento" si los Mossos d'Esquadra acaban haciendo el desalojo. El alcalde, Rafa Navarro, se ha mostrado totalmente comprometido con la expropiación pero pide antes de que el inmueble se vacíe para poder repensar el futuro de Can Sanpere para todo el pueblo: "No haremos será una expropiación para unos cuántos".

Expropiación sí, pero cómo?

A pesar de que las dos partes coinciden que la expropiación de Can Sanpere tendría que ser el desenlace perfecto de este asunto, los matices en cómo se tiene que llevar a cabo tensa las relaciones entre el Ayuntamiento de Premià de Mar y los colectivos sociales. Ahora, la amenaza de desalojo del espacio añade más leña al fuego de un conflicto que se alarga ya hace más de ocho años.

El 2013 la antigua fábrica textil de Can Sanpere tenía que ir a tierra. Su propietario, Núñez y Navarro quería hacer pisos, pero el movimiento ciudadano lo evitó. Premià de Mar es un municipio pequeño con una alta densidad de población y convertir aquel espacio en más vivienda se veía cómo una amenaza.

Numerosos intentos de desalojo

Desde entonces, la nave está ocupada y este es ya el cuarto intento de desalojo. Todo los otros se han podido parar y en la última ocasión, apenas el año pasado, el propio juez se hizo atrás después de que los Servicios Sociales municipales alertaran de la presencia de una familia con una menor al cargo dentro de una de las tres casas que forman también parte del complejo.

En paralelo, el Ayuntamiento de Premià de Mar ha ido tirando pasas para conseguir expropiar el espacio y destinarlo usos 100 % público, cómo defienden los colectivos vecinales. En el último pleno del mes de diciembre se incluyó ya una partida de 2,2 millones de euros para llevar a cabo esta expropiación, a partir del importe mínimo de tasación que consideran los técnicos municipales.

La exigencia previa: liberar el espacio

Antes de ejecutar esta expropiación –y muy posiblemente iniciar un nuevo litigio con Núñez y Navarro sobre la cuantía de la operación–, el alcalde de Premià de Mar quiere que los movimientos sociales abandonen el espacio y se pueda así "compartir" con el resto de la población. En este sentido, Navarro rechaza una expropiación a medida para los movimientos sociales.

"Las actividades que se están haciendo son muy loables y queremos encontrarlos emplazamientos definitivos, así como también estamos de acuerdo que el espacio de la nave que se tiene que preservar continúe siendo autogestionado", argumenta el alcalde, que lamenta la "criminalización" del gobierno municipal que hacen los colectivos de Can Sanpere.

Acampada indefinida

Desde la plataforma ven la premisa del alcalde cómo un "chantaje" que no quieren aceptar. La portavoz del colectivo, Margarita Comas, avisa que si se lleva a cabo el desalojo que pretende Núñez y Navarro habrá un "conflicto de orden público" al municipio que el Ayuntamiento "puede evitar" con la expropiación.

Por su parte, los colectivos de Can Sanpere han anunciado que se quedan en "acampada indefinida" para intentar evitar la entrada de la policía y la comitiva judicial al inmueble. También se prevé programar actividades para hacer partícipe también a la ciudadanía de la defensa de este cerca de 10.000 metros cuadrados del centro de Premià de Mar que se quieren preservar.

Los colectivos y representantes del gobierno municipal se reunirán este martes para intentar negociar cómo se lleva a cabo la expropiación de Can Sanpere, que es en el que todas las partes coinciden. Las posiciones, pero, están todavía muy alejadas y, sacado de sorpresa, no se espera que el acuerdo se pueda cerrar en el corto plazo.