La historia de la Casa del Capitán General acaba bien

No ha llegado a culebrot, pero sí que ha sido la historia de cabecera a nivel social por buena parte de llavanerencs y llavanerenques. Y en este caso la historia acaba bien. Meses después de hacer la primera reclamación para negociar el regreso de la conocida cómo Casa del Capitán General a la villa, después de moverse, ir a Madrid y negociar con el Ministerio de Defensa ya se puede llevar que objetivo logrado. La mansión ubicada a Llavaneres vuelve a ser de sus habitantes.

El ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres firmaron el pasado 1 de abril el acuerdo de cesión de la casa del capitán general al municipio. En el acto, celebrado en la sede del ministerio, a Madrid, también se ha hecho la entrega oficial de las claves del edificio. El consistorio, que se muestra satisfecho por haber culminar el proceso, prevé convertir el espacio en una escuela pública de música.

A principios de año El Ayuntamiento de Llavaneres y la secretaría de Estado de Defensa habían iniciado conversaciones para concretar la cesión de la casa de veraneo del ejército español. Después de que el archivero municipal ha encontrado escrituras en que el propietario hacía una donación "irrevocable" en el Ayuntamiento en 1936, y posteriormente la ministra Margarita Robles manifestó su postura favorable a abordar el uso público de la casa.

En la reclamación, Llavaneres argumentaba, con documentos oficiales, que el antiguo propietario cedió la finca en el pueblo de Llavaneres porque se abriera una escuela. Fue Ricard Martí y Martí quién hizo donación al consistorio el 17 de agosto de 1936, pero con la Guerra Civil la casa pasó a manso del ejército. Desde entonces, el inmueble ha tenido uso residencial de altos mandos del ejército.

Por lo tanto la casa lleva en manso del ejército desde hace 82 años, y hasta ahora se utiliza básicamente como casa de veraneo del Inspector General del Ejército, el más alto cargo militar a Cataluña, motivo por el cual se la conoce cómo la casa del capitán general. Los llavanerencs solo pueden entrar una vez al año, en verano, cuando el ejército organiza unos conciertos protagonizados por un lado militar. Una situación que cambiará gracias al acuerdo entre Defensa y el Ayuntamiento, que permitirá que el inmueble sea un bien público municipal con hasta educativos, tal y cómo previó inicialmente el antiguo propietario.

Quejas por el estado del inmueble

Ahora el objetivo es adecuarla para usos culturales, puesto que el consistorio quiere trasladar la escuela municipal de música, que se ha quedado pequeña; la radio municipal, y habilitar espacios para las entidades. El alcalde, Nani Mora, calcula que las obras pueden costar un millón de euros y, a pesar de que no hay calendario, se prevén hacer ya durante el próximo mandato. Mora explica que la casa está "en perfecto estado de revista", pero se muestra sorprendido porque antes de dejar el espacio "el ejército se ha llevado enchufes, bombillas, grifos y la cocina".

El Ayuntamiento podrá hacer uso al menos durante los próximos 75 años, según el convenio de cesión, pero Mora no se resigna a seguir reclamando la titularidad del espacio. "Nos sentimos legítimos propietarios", insiste el alcalde.

"Querían cobrar un canon de 40.000 euros y querían posar cláusulas porque el ejército pudiera recuperar la casa en caso de necesidad para la seguridad nacional", se lamenta el alcalde. Finalmente cabe de estas propuestas ha prosperado. "Era una casa de veraneo y por el uso que hacían, es mejor que la pueda disfrutar el pueblo", celebra Mora.