El carril bici de la N-II se empezará a construir el 2023 entre Mataró y Llavaneres

El carril bici previsto de extremo a extremo del Maresme a través de la N-II se empezará a construir el 2023 en el tramo entre Mataró y Llavaneres. Este ha sido uno de los anuncios que ha hecho este miércoles, día 25, del epartament de Territorio, que invertirá 60 millones de euros en la pacificación de la carretera a la comarca.

El proyecto, un mantra histórico en la comarca, empieza ahora a andar gracias a la liberación de los peajes de la autopista C-32 y al consecuente traspaso del tráfico. En la N-II hay actualmente seis proyectos "impulsados" que avanzan a diferentes velocidades y que incluyen, entre otros, la construcción del citado carril bici. En paralelo se avanza también en los proyectos de conectividad con la C-32, además largo plazo y que requerirán otros 60 MEUR de inversión.

El anuncio lo ha hecho el secretario de Territorio y Movilidad, Isidre Gavín, y el director de Infraestructuras, David Prat durante la reunión de la Tabla de Movilidad del Consejo Comarcal del Maresme para hacer frente al debate sobre la movilidad a largo plazo. "La obra pública no se hace de hoy por mañana y hace falta priorización y control", recuerda el presidente de la Tabla, Joaquim Arnó. En este sentido, los representantes del Gobierno no se aventuran a dar fechas de ejecución concretas, mén allá de avanzar que los primeros tramos del carril bici que cruzará la comarca pueden iniciar las obras el próximo año. "Hay que estudiar la integración urbana con los municipios porque tiene que ser un proyecto integral", explica Gavín.

El secretario de Territorio avisa, pero que a pesar de todo los Ayuntamientos se tienen que sentir "cómodos", todo el que se haga tiene que ser "coherente". Hace falta dice, una visión "homogénea" de la infraestuctura que pueda "encajar deseos concretos". Más allá del carril bici, la inversión prevista también contempla la transformación de la carretera en una "eje cívico" en que se priorice peatón y transporte público. En este sentido, el director de Infraestructuras, David Prat, ya apunta que ha habido un notable traspaso de tráfico rodado de la N-II a la C-32 desde la liberación de los peajes.

En el tramo sur de la comarca, el volumen de coches a la N-II se ha reducido un 30 %, el que representa unos 10.000 vehículos diarios menos. Al norte de la comarca, el comportamiento es más dispar, con traslados de tráfico que oscilan entre el 30 % y el 50 %, en función del tramo. En cuanto al estado de los proyectos de pacificación, la redacción del tramo del bajo Maresme ya está adjudicado, mientras que el tramo central y el del alto Maresme apenas se han licitado. Los tres proyectos del carril bici, también segmentados por tramos, están todos en fase de redacción y, por lo tanto, más avanzados.

Por otro lado, los proyectos de los nuevos accesos a la C-32, para hacerla más permeable avanzan a un ritmo más lento. Actualmente están en licitación y el Gobierno separa tenerlos en redacción en otoño. Así, el 2023 se podrían acabar de definir de la mano del territorio y los proyectos constructivos se licitarían a partir de 2024. En total, en la comarca se harán seis nuevos accesos a la C-32 y se mejorarán dos más. Los nuevos serán los de Alella-Masnou, Teià, Premià de Mar, Vilassarencs de Mar, Canet y Calella. A banda, se mejorarían los existentes a Sant Andreu de Llavaneres y Pineda de Mar.