Judith Molinos, de izquierda a derecha y hacia portería. Foto, Xavi Vegas.
Judith Molinos, de izquierda a derecha y hacia portería. Foto, Xavi Vegas.

Marco Mayola

Judith Molins, balonmano desde la cuna

La jugadora de Sant Esteve de Palautordera, pueblo donde el balonmano disfruta de gran tradición, es la extremo diestra del Joventut

Sant Esteve de Palautordera es un municipio del Vallès Oriental que no llega a los 3.000 habitantes pero que es reconocido, en todo el país, por ser una de las capitales catalanas del balonmano. En este lugar del Baix Montseny, el balonmano es religión y disfruta de una tradición casi mitológica que se ha ido cultivando de generación en generación. Judith Molins, extremo del Joventut, lo aprendió en casa: "Tenía 6 años cuando empecé a jugar a balonmano. En mi pueblo es el deporte típico y mi padre y mi hermano jugaban."

El padre era portero y el hermano, cómo ella, extremo. En Mataró, Judith Molins ha encontrado un ecosistema táctico que la hace sentir muy cómoda: "Por fin puedo jugar en la izquierda. Aquí tenemos a Ona Muñoz, que es una gran zurda y juega en la derecha. Entonces yo puedo jugar en la izquierda, y es mucho más fácil." En el balonmano puedes jugar de extremo a mano natural, pero en banda contraria siempre resultará más sencillo encontrar portería. Molins, diestra, prefiere la izquierda.

"Saltar mucho, saber orientarte hacia portería y aguantar el chut para ver qué espacio te está tapando la portera". Este, explica Judith, es el abecé que una extremo tiene que incorporar en su catálogo de gestos. La jugadora del Joventut marcó dos goles en la victoria del equipo mataronense contra el Gavà este fin de semana. Esta es su tercera temporada en la capital del Maresme. El entrenador, Jordi Rubí, es plenamente consciente de su talento: "Me llamó cuando jugaba a Les Franqueses. Antes ya me había entrenado en el juvenil y en el primer equipo de La Roca ." Allí, Judith se estrenaría en la División de Honor Plata y con sus compañeras de generación sería capaz de mantener la categoría: "Fue una pasada. Lo disfrutamos mucho. Cada fin de semana teníamos la sensación de Campeonato de España."

El día 25 de este mes cumplirá 26 años, ya hace siete que se independizó de los padres y tres que trabaja en el departamento fiscal de un bufete de Barcelona. Estudió derecho, hizo el máster de abogacía, está colegiada y ejerce como abogada. Trabaja en Barcelona, vive en Granollers y juega en Mataró, pero la pasión por el balonmano tiene denominación de origen a Sant Esteve de Palautordera.

Archivado en:

Comentarios