Esta semana es una de las mejores del calendario para ir a nuestra pastelería u horno de cabecera y pronunciar tres palabras que solo decimos a Mataró : "Pósame un bac". Un bac. Así. Tal como suena. Pronunciado cómo si fuera el apellido de la Marta, nuestra waterpolista más honorable o en Johann Sebastian, el más reconsagrat de los compositores de clásica. Pero sin h. Bac. Qué es un bac?
El bac es una pasta dulce que sale de los obradores de pastelerías y hornos a partir de las sobras blandas de los últimos días. Dedo de otro modo, aquello que no se ha vendido se vuelve a aplastar, se forneja de nuevo con azúcar y queda un pan de pellizco moreno más o menos tupit, esponjós y dulce. Se puede bien decir que a pesar de tener un gusto más o menos similar y armonioso de pasta dulce, el regusto exacto de cada bac viene determinado por la naturaleza oportuna de su materia primera, que en este caso es materia segunda porque son sobres que se aprovechan.
Tal como se presenta, visualmente, así a primera vista concertaremos todos juntos que el bac no es ninguna filigrana sino más bien un peón. Puede pasar casi por un anónimo, Un elemento humilde en el siempre encantador mostrador de pastas y dulces, una de las panorámicas gastronómicas más sugerentes del comercio de toda la vida. Hay mostradores que son pura escenografía y vendedores que nos saben colocar los mejores tenores en el lugar indicado. Entras y parece que te canten una aria al oído diciendo "cómprame", "cómprame".
En un espacio de juego donde a menudo los chocolates, los cruasanes o pastas más regaladas o el siempre prolífico mundo de las magdalenas tienen una ansia de protagonismo incluso exagerada, al pobre bac quizás lo hemos visto más de una vez de trascantó y nos ha pasado por alto. Él allá, prensado y refetó, con un marrón casi de hábito de monje como elemento cromático, incluso tímido. No tiene el carisma ni la voluptuositat de los otros. Pero no lo dejamos suele. Él nunca lo haría.
El bac, una estética muy curiosa
Del buen dulce sobrante, el mejor bac
Decíamos que el bac se elabora fornejant de nuevo la pasta hecha con las sobras blandas de la panadería o la pastelería y hemos empezado diciendo que estos son buenos días para apuntarse el tanto de comerse ud. La razón es obvia, el que ha sobrado después de Pascua son mones y, por lo tanto, el género puede ser más regalimant de gusto que en otra latitud del calendario. No es solo después de Pascua, también hasta la capvuitada de Reyes el bac bebe de los tortells sobrante, o en plenas fiestas de Navidad puede acabar algún sobrante de turrón. La norma se cumple el resto del año. Cuando se escauen más pasteles y tortells, la semana consecuente los bacs son mejores.
El bac es de Mataró, cuando menos el nombre. Allá de aquí tiene otros nombres como 'Panecillo de Sant Antoni' a Vic, que viene a ser el mismo o una cosa similar. En todo caso, la misma solución perfecta a las sobras que en la capital del Maresme bautizamos así lo han encontrado de una manera u otra en otras comarcas. El que se trata es que de una cosa buena de hoy pueda salir una de buena mañana. Y que por muchos años sea así.