Hay muchos Sant Jordi, tantos cómo municipios a Cataluña. E incluso más allá: a Alcoi por ejemplo hacen las mejores fiestas de Moros y Cristianos de todas. A Montblanc se adentran en la Semana Medieval o a Barcelona el gentío que concurre en el centro se cuenta por miles, por muchos miles de personas. Pendiente del cielo hasta última hora, el 23 de abril de este 2022 es el de la recuperación. Después de dos ediciones marcadas por la Covid, vuelve todo. Y en medio de este todo, destacando entre todos los Santo Jord hay el de Mataró. El mejor para vivir en familia.
Que un periodista mataroní de un medio maresmenc sostenga esta afirmación puede ser percibido fácilmente cómo crónica de parte, de bandera, de mirarse el ombligo. Obviamente juega un componente propio y una obsesión partidaria de las tradiciones nostrades en la afirmación pero más allá de esto, que la celebración de Sant Jordi a Mataró es especial y singularmente indicada para vivir en familia, con la chiquillería tiene razón de ser.
Sant Jordi tiene a Mataró todo el ritual habitual pero a media tarde, cuando por todas partes ya se recogen las paradas y la fiesta se acaba. Mientras hay quién resta pendiente de los libros más vendidos o el que vuelve a casa para vivir en el ámbito más familiar la jornada resulta que a Mataró todo coge voladizo, la cultura popular es protagonista y se vive un anochecer y noche cómo de Fiesta Mayor. Y todo especialmente enfocado a los niños.
Estas son las tres razones por las que lo Sant Jordi de Mataró es el mejor en familia
1. Por los gigantes, tanto tiempo después
Pocas cosas gustan más a los menuts que los gigantes y cabe otro día del calendario salen tantos a la calle cómo por Sant Jordi a Mataró. La capital del Maresme tiene décimas y decenas de figuras, cada centro escolar, barrio, alguna calle o entidades tienen y todos están convocados a salir. Salen en pasacalle, una corrua que parece infinita y que acaba ante el Ayuntamiento.
Gigantes por Sant Jordi
Cerrando el pasacalle hay los Gigantes de Mataró (en Robafaves, la Giganta, en Maneló y la Toneta) con los Enanos. Son la parte institucional y además de por Santo Simó el año pasado, hace tres años que no participan de un pasacalle cómo esta. Es mucho tiempo por los pequeños y pequeñas, mucho "mono" de acuerdo con la fal·lera que despiertan.
2. Por un correfoc mágico, tranquilo y con leyenda
Sant Jordi a Mataró es sinónimo de Fogonada, que es el nombre que recibe su correfoc. Un correfoc tranquilo, amable, con elementos teatralitzats y los diferentes elementos de fuego dispuestos para un ritmo más amansat especialmente indicado por los pequeños. Los chicos y chicas que por Las Santas ya se posan a la Escapada han sido todos niños y niñas que empezaron con la Fogonada, un acto que además es un paraíso instagramer gracias a los voltafocs.
La espectacularidad de la Fogonada
La Fogonada es mucho más que un Correfoc con el Dragón de Mataró y las Diablesas. Es también tres voltafocs en forma de tres momentos culminantes, preciosos de ver desde fuera o vivir desde dentro en tres plazas del Centro. Una melodía preciosa que baila todo el mundo entre las chispas. Sirve para cerrar la representación teatralitzada de la leyenda de Sant Jordi, con caballero a caballo incluida. Y con un Dragón bueno. Y con un baile también familiar con música de La Coixinera al final. Un tastet de Fiesta Mayor especialmente por los pequeños.
2. Por el Libro Gigante de Cuentos
No es propiamente el día de Sant Jordi, pero la tercera perla en clave infantil del programa de actas llega este golpe el día siguiente y es el Libro Gigante de Cuentos. De aquí a cuatro años ya hará medio siglo (esta edición es la 46) que se hace este ritual por el cual en un mediodía pausat, tranquilo, agradable y compartido hay decenas de artistas y dibujantes de la ciudad que se posan a disposición de las historietas y cuentos de los más pequeños. Las leen y las ilustran. Al acto. La lámina pasa a formar parte del álbum y ya tenemos un nuevo Libro Gigante de Cuentos.
Con 46 años, obviamente, hay padres y abuelos de la actual chiquillería que ya han participado del acto. Una cita especial alrededor de la fantasía de los pequeños, del arte de los dibujantes y de la pervivencia de una tradición que remata la tríada de citas especiales por los pequeños, cuando es 23 de abril y somos a Mataró.