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Salva Fernández

Un día a Palos, Palau-sator y Peratallada y sin pasar por la White Summer

Una de las zonas de Girona más bonitas para pasar el día sin tener que pisar la playa en ningún momento.

Girona en general y la Costa Brava en particular son reinas durante el verano, por sus municipios costeros, por las playas preciosas, los pueblos que parecen de cuento y todo esto que nos gusta cuando llega el buen tiempo. Dentro de las poblaciones que se puede ir a visitar y salir enamorado hay Palos y Peratallada, pueblos con encanto en medio del Ampurdán que se pueden combinar en una escapada de un solo día, con paradeta para comer a un restaurante de primera, y dónde no te hará falta ni ir a la playa ni haber pasado por la White Summer (ya acabada). Porque merecen la pena por sí solo.

El trayecto desde Mataró (o cualquier lugar del Maresme) es en coche y dura más o menos una hora y veinte minutos, tanto si se va por la C-32 cómo por la AP-7 y siempre y cuándo no haya algún contratiempo cómo puede pasar en según qué momentos. Pasado Playa de Aro, Palamós y Calella de Palafrugell, algo más arriba, llegaremos a Palos, donde se recomienda aparcar a la entrada del pueblo. No pasa nada: no es muy grande y la paseada es agradable.

Déjate perder por Palos

Como pueblo medieval y de poco más de 2.000 habitantes, se trata de un lugar con encanto donde lo más importante es pasear y perderse por sus calles. Durante el camino por la zona central del pueblo encontraremos callejones, tiendas de todo tipos donde la cerámica y producto alimentario de proximidad son los grandes protagonistas, y también algunos puntos interesantes, como su iglesia de Sant Pere o las vistas desde la Tueste de las Horas, el que queda del castillo que había en el municipio.

 

La Plaza Mayor es el punto central desde donde andar por diferentes callejones, con el Ayuntamiento a un lado, unas cuántas tiendas a la otra y puntos para tomar algo. Decía Josep Plano que Palos se tenía que visitar no una vez, sino ciento. Quizás exageraba un poco, porque con una mañana tendrás bastante para ver este menut pero imprescindible pueblo del Ampurdán. Muchos lo conocen por la White Summer, pero aquí ya hay encanto por sí mismo.

Una comida de reyes en palacio-Sator

Previa reserva, por si las moscas, la comida se puede hacer a Palos -hay muy buenos restaurantes- pero recomendamos coger el coche porque a siete minutos de distancia hay el restaurante Mas Pozo al municipio de Palau-sator. En un entorno rural y con cocina de proximidad y catalana, es toda una experiencia comer en esta masía típica catalana donde el producto es excelente y siempre puedes escoger entre carne y pez, porque todo es una delicia. El espacio es agradable al aire libre, amplio para comer en pareja, en familia y con niños, y siempre tienen recomendaciones de temporada que son un acierto.

Mas Pozo

Después de comer y con la barriga muy llena, se puede hacer una pequeña vuelta por Palacio-Sator, una villa también de carácter medieval que destaca por sus callejones y para poder subir a la torre de las horas, donde se ve el engranaje interior del reloj y tiene unas vistas espectaculares. Próxima parada: Peratallada.

Una tarde a Peratallada

Palos acostumbra a llevarse el nombre y el mérito, pero cuando visitas Peratallada te quedas con la sensación que es igual o todavía mejor. Como espacio medieval catalán es casi único, con más metros para recorrer y para visitar. Muchas tiendas y propuestas para perderse, locales, restaurantes y hoteles que cuando los voces piensas que volverás a hacer noche (recomendable) y la sensación que el más importante es pasear. Allá encontraréis Hace falta Tuset, un horno dedicado en las magdalenas de todo tipos (almendra, manzana, mermelada, chocolate...), de medida muy generosa y que parece ser ya una tradición comprar si visitas el pueblo.

 

La plaza del castillo, la preciosa calle mayor, las estructuras medievales como las torres o los puentes y arcos típicos de la época, como el portal de la Virgen y el puente del Foso, acompañan una visita agradable que bien puede acabar cenando a alguno de los lugares del municipio o dejarlo por otro día y volver hacia casa. El retorno será temprano y poco, también.