El futuro parque de economía circular de Mataró es más cerca. El Consorcio para el Tratamiento de Residuos ha aprobado ya la construcción de la primera fase –el presupuesto es de 6,5 millones– y los trabajos de adecuación de los terrenos se harán en octubre. Después, se prevé que durante el primer trimestre de 2021 arranquen las obras.
Se quiere convertir la ciudad en referente
Uno de los buques insignia de esta primera fase del proyecto será el Espacio Refer que ofrecerá servicios gratuitos a la ciudadanía pensados en la reducción de residuos y la reparación, preparación y reutilización de todo tipo de objetos. El presidente del consorcio y alcalde de Mataró, David Bote, asegura que se trata de un "proyecto singular para convertir Mataró en referente de la economía circular".
Un equipamiento social de ciudad
El espacio incluirá un servicio de asesoramiento en diferentes materias (informática y aparatos electrónicos, carpintería y mobiliario, bicicletas, textil o bricolaje doméstico), un espacio de intercambio, tienda de productos de segunda ma, huertos social, tienda de chatarra o una 'biblioteca de las cosas'.
Se quiere que sirva para dar visibilidad en el polígono industrial norteño de la ciudad
"Es un equipamiento social donde los vecinos podrán venir a hacer diferentes actividades relacionadas con la economía circular y la sostenibilidad", ha detallado Boto. En futuras fases, además, se dará también cabida a usos privados porque diferentes iniciativas, empresas o cooperativas se puedan instalar para dar una segunda vida en diferentes materiales.
El alcalde destaca también el proyecto arquitectónico y asegura que "dará visibilidad" en el polígono industrial de la zona norte de la ciudad. Además, en la construcción del edificio se tendrá en cuenta la gestión energética, el control del ciclo del agua, la selección de los materiales y el fomento de la biodiversidad ambiental.
Un parque conectado con la historia
El parque de la economía circular se ubicará en el polígono de Mata-Rocafonda, a los antiguos terrenos de la Cooperativa Obrera Cristalerías de Mataró. La planta cerró hace más de una década y el proyecto constructivo también quiere tener en cuenta el pasado del solar. Para 'conectar' con su propia historia, se aprovecharán los áridos de vidrio desmenuzado que se acumulan a la parcela para la coloración de los pavimentos interiores.